Parece casi imposible, pero no más que el día que el equipo visitó Tel Aviv o, sobre todo, el día que asaltó la cancha del CSKA ruso. El todopoderoso Fenerbahce de Zeljko Obradovic recibe esta noche la visita del Unicaja en la última jornada de la primera vuelta de un Top 16 que se ha complicado en exceso en los últimos 15 días, con las derrotas caseras consecutivas ante el Efes de Granger y el Lokomotiv Kuban de Delaney. Es verdad que todavía no hay nada perdido, pero...

Si la situación deportiva del equipo no es muy buena, todavía es peor la física. Markovic -fuera de las pistas desde el día 20 de diciembre-, Jamar Smith y Richard Hendrix se quedaron ayer en casa por sus respectivas lesiones. Tres bajas de tres presuntos titulares, que no podrán aportar hoy ante el líder del grupo y único equipo invicto en la que va de segunda fase continental.

El Unicaja se puede decir que llega hoy al peor escenario posible en su peor momento europeo posible. Con un balance de 2-4 en la clasificación, una hipotética -pero lógica- derrota esta noche ante el cuado de Obradovic dejaría el balance 2-5 tras la primera vuelta de esta segunda liguilla europea. Con 7 jornadas más hasta el corte de cuartos de final, habría que ganarlo casi todo para soñar con estar en el play off. Y claro, el reto parece utópico viendo la irregularidad de los verdes y el poderío de la mayoría de sus rivales de grupo.

Es una pena cómo en un par de semanas se ha pasado de la ilusión por hacer algo grande en Europa a una desidia casi colectiva que incluso invita a algunos a pedir tirar la toalla continental para centrar todos los esfuerzos en la Liga ACB. Respetando todas las opiniones, creo que la Euroliga no está perdida y es obligación de todos (equipo y afición) mantener viva la esperanza en una competición que puede que nunca más vuelva a jugar el equipo de Los Guindos.

La expedición verde, con los canterano Uta y Karahodzic incluidos a última hora, viajó ayer dispuesto a dar la sorpresa y convencido de que en esta ocasión hay más a ganar que a perder. Sobre todo por el caché del rival, fabricado otra vez a golpe de talonario con el único fin de estar luchando en Berlín por el título continental, el próximo mes de mayo. Todo lo que no sea eso, para ellos, será un fracaso.

Sin Smith ni Hendrix, Plaza deberá olvidarse de tantas rotaciones y apostar por darle más minutos a jugadores necesitados de autoestima y un rol más protagonista, como son los casos de Nedovic y Fran Vázquez. El -ya sí- escolta serbio y el pívot de Chantada dieron un paso al frente el domingo en La Laguna, ante el Iberostar. Sumar hoy otra buena actuación de ambos sería la mejor noticia posible para el equipo, aunque el marcador final fuera negativo para los intereses verdes.

El Fenerbahce también tiene hoy un par de bajas muy importantes. Ni Kostas Sloukas ni Pero Antic estarán hoy en el partido. Lo que pasa es que el talento inagotable del plantel de los de Estambul mitiga los problemas para Obradovic, uno de los entrenadores de más prestigio que ha dado el baloncesto europeo en todos los tiempos.

Dixon, en el puesto de base; Datome, en el perímetro y Vesely, en la pintura, forman un tridente de lujo para el «Fener», bien complementado por Hickman, Bogdanovic, Kalinic y Udoh. En definitiva, un equipazo que busca darle al baloncesto otomano lo que nunca ha conseguido: un título al más alto nivel continental.

La cita es a las 20 horas en la ratonera del Ulker Sports Arena. Un duro examen para un Unicaja con demasiados problemas.