El destino es esta mañana de domingo un pelín cruel con el Unicaja. Solo cuatro días antes de que arranque en A Coruña la fiesta de la Copa del Rey, el equipo verde revive todos sus fantasmas coperos rindiendo visita al Montakit Fuenlabrada, rival que precisamente le apartó en el último suspiro de la cita del k.o en la capital herculina. Con el Unicaja ya en el vestuario, tras perder con el Real Madrid la última jornada de la primera vuelta, llegó el mazazo del triunfo in extemis de los fuenlabreños en Zaragoza. Ante la incredulidad de propios y extraños, aquel día se consumó un fracaso de dimensión sideral: ellos, a la Copa; y nosotros, condenados a ver el mayor espectáculo del básket español por la tele.

Ganar hoy no va a borrar de ninguna manera ese ridículo ni va a servir para tener una revancha ni nada similar, pero al menos Plaza y sus chicos tienen la ocasión de reivindicarse y mostrar quién es quién en esta Liga. Porque en realidad Unicaja y Fuenlabrada son dos equipos que viven dimensiones contrapuestas y porque en realidad están a años luz el uno del otro, por mucho que la clasificación y el cuadro de cuartos de final de la inminente Copa digan lo contrario.

Y ¡ojo!, tiene mucho mérito lo de este «Fuenla». Un equipo que hace ocho meses descendió al infierno de la LEB y que lo recuperaron a última hora en verano para volver a la elite por los sempiternos problemas que tienen los equipos de abajo para subir de categoría. Un equipo, además, que en plena primera vuelta perdió a su entrenador porque el Maccabi se encaprichó con él y puso el dinero para llevarse a Zan Tabak a Tel Aviv. Un equipo, en definitiva, que tiene como único objetivo no descender, por mucho que haya sido y todavía sea rival directo de este triste, gris y alicaído Unicaja 2015/2016.

Situación comprometida

Y es que todo el mérito que tienen ellos, se transforma en demérito cuando hablamos del equipo de Los Guindos. Sin Copa y con la Euroliga presente y futura más que comprometida, solo puede afinar en la ACB para terminar de manera digna este curso, repartir suspensos en junio e intentar reflotar este proyecto el próximo verano.

Para eso habrá que ganar de ahora en adelante muchos partidos, empezando por éste, ante un Fuenlabrada que en su casa aprieta de lo lindo. El cuadro fuenlabreño ha conseguido ocho victorias al amparo de su afición, seis de ellas de forma consecutiva. Solo un dato: no pierde en casa desde el pasado 21 de noviembre, cuando cayó ante el Iberostar Tenerife por 85-94. A pesar de todo lo dicho, todo lo que no sea ganar hoy sería una sorpresa. No hay excusa.

Hendrix se vestirá hoy en el Pabellón Fernando Martín. Está por ver si el pívot estadounidense puede jugar y, si lo hace, si puede ayudar a sus compañeros, todavía renqueante de su lesión en el tobillo. Sin Markovic y sin Smith, volverán a tener una oportunidad jugadores que empiezan a desesperar a Plaza y a la afición. Hoy vuelve a ser un día importante para que Jackson, Nelson, Nedovic y compañía aporten «algo» al equipo. Veremos a ver.

El Fuenlabrada de Jota Cuspinera, recambio del «robado» Zan Tabak, es un equipo con poca profundidad de banquillo, pero con una dinámica muy buena que le hace vivir por encima de sus posibilidades. Ojo a su tridente exterior: Tabu-Paunic-Popovic. Sobre todo cuidado con el base-escolta croata, ex del Zalgiris de Plaza y Kuzminskas, que está firmando una temporada espectacular y que fue el verdugo copero verde con su triple en Zaragoza en el desenlace de la primera vuelta.

Entre los tres exteriores del «Fuenla» suman una media de 33.4 puntos por partido de los 79.9 que firma todo el conjunto naranja. Si unimos los 10.8 del «otro» Urtasun, el gemelo de Txemi, estamos hablando de un arsenal ofensivo desde el perímetro que para sí lo quisiera el propio equipo de Plaza.

Las estadísticas invitan a pensar en que sí es posible ganar este mediodía. Ambos equipos se han enfrentado en dieciocho ocasiones en Fuenlabrada, con trece victorias del Unicaja frente a cinco del equipo madrileño, la última de ellas favorable al rival de los verdes (80-78) en 2012. El Unicaja venció la pasada temporada por 75-78 y en la actual consiguió el triunfo en la primera vuelta, en el Carpena (81-59).

El partido del morbo se juega en Fuenlabrada. No hay excusas. No ganar sería otro enorme fiasco. Hay que sumar sí o sí.