­La «batalla» entre la Euroliga y la FIBA promete lidiar aún un sinfín de batallas de aquí a final de temporada, y los clubes implicados en esta guerra del baloncesto continental comienzan a alistarse. El Unicaja no quiere dar pasos en falso y ya ha asistido a reuniones con los dos organismos. Sin pronunciarse definitivamente, eso sí, a pesar de que la FIBA le pide que firme de aquí a marzo una preinscripción. El presidente del club, Eduardo García, lanzó parabienes el lunes a la futura competición de la FIBA, aunque el club va a jugar todas sus cartas.

El Unicaja ya ha hablado con Jordi Bertomeu en varias ocasiones sobre el desplante que ha sufrido y, en la última conversación, se ha avanzado sobre una posible propuesta para varios equipos europeos importantes, entre ellos, el propio Unicaja. La Euroliga ha dejado claro que esta próxima temporada sólo habrá 16 equipos en su nuevo modelo de competición, aunque en los próximos años podría subir hasta a 20 clubes, incluso a 24 en un futuro. La propia Euroliga ha deslizado a varios clubes (Bayern Múnich, Unicaja, Darussafaka o Khimki), la opción de llegar a un acuerdo para que varios equipos continúen ligados a la competición. En la próxima temporada, eso sí, deberían disputar la Eurocup. Y ya en 2017/18 podrían regresar a la Euroliga, junto a los 11 Licencia A.

Es una idea que se baraja. Los equipos, por supuesto, quieren hechos y un compromiso firmado. Pero la Euroliga no está por la labor. El problema es que las palabras se las lleva el viento. Y el Unicaja ya está curado de espantos con Jordi Bertomeu. La FIBA sigue por delante que la Euroliga.