Un tirador. Ésa es la petición que Joan Plaza ha solicitado de nuevo al club de cara a la recta final de curso. El técnico ya le pidió a la entidad que realizara un nuevo esfuerzo para contratar a un escolta que supliera la lesión de Jamar Smith, y ahora vuelve a insistir en la imperiosa necesidad de reforzar el perímetro de inmediato. De lo contrario, opinan desde el vestuario, peligra incluso una plaza por el play off por el título en la Liga Endesa, porque el equipo está inmerso en una crisis sin parangón, a la que no se le adivina fondo.

Los síntomas son muy delicados y los mensajes que se deslizan desde el seno del equipo aumentan la cruel trascendencia de la situación. Plaza no encuentra las teclas adecuadas para reconducir el problema y en su análisis de la situación, junto a sus ayudantes, cree firmemente en la importancia de traer un jugador que tenga buena mano y que ayude al equipo.

En realidad se trata de un círculo vicioso: las defensas rivales se cierran y se hace imposible jugar por dentro, obligando al equipo a lanzar desde fuera, con tan pésimos porcentajes que se va perdiendo confianza en el ataque y se llegan a bajar los brazos en defensa.

Lo cierto es que desde la lesión de Jamar Smith en Tenerife, los números del Unicaja son realmente lamentables desde el perímetro. Ante el Fenerbahce firmó un 26% desde la línea de 6.75 (6 de 26), contra el Fuenlabrada subió al 40% (12 de 30), se tocó fondo ante el Darussafaka (3 de 20 y un 15%) y apenas mejoró ante el UCAM Murcia, el pasado fin de semana: 26% (5 de 19).

Los números son muy duros desde la línea del triple: 26 de 95, un porcentaje paupérrimo del 27,3% en esos cuatro partidos, indigno de un equipo con aspiraciones a algo importante. Hay que recordar que el Unicaja sólo ha ganado un partido en todo el mes de febrero de los seis que ha disputado y que ha perdido ocho de los diez últimos, entre Liga y Euroliga.

¿Qué hacer entonces? Es la gran pregunta. Plaza insiste a los rectores del club en que hay que traer ya un escolta. Sin perder un solo día más. Aunque no pueda jugar en la Euroliga. Ahora, el Top 16 es el menor de los problemas para el Unicaja, exponen desde el equipo. El mayor problema se atisba en la Liga Endesa, donde el plantel ha caído a la novena plaza, está fuera de los ocho primeros y con un balance negativo: 10 victorias y 11 derrotas, tras 21 jornadas, con solo ya 13 partidos más para acabar la Fase Regular. El balance total del Unicaja, tras 41 partidos jugados desde que arrancó el actual curso, tiene números rojos: 20-21. Lamentable…

Jackson, en el punto de mira. La intención de Plaza es firme, pero choca de frente con los deseos del club. El consejo de administración, que ha decidido multar al cuerpo técnico y a toda la plantilla con un porcentaje de su ficha del mes de febrero, tal y como informó el lunes este periódico, esgrime que no hay dinero en la caja fuerte. Existe, eso sí, una opción que se puede explorar, ya que el técnico no tiene ya ninguna fe en recuperar para su causa a Edwin Jackson, al que no logra ubicar ni en el vestuario ni en la pista de juego. Incluso algunas fuentes apuntan a que había consenso para buscarle una baja tras el partido de Tenerife, pero que la inoportuna lesión de Jamar Smith aquella mañana cambió los planes.

El caso es que es comprensible que el club no pueda hacer un nuevo sacrificio y «cortar» a Jackson, pero sí que existe la opción de realizar un canje o tratar de buscar a Jackson acomodo en otro equipo, y traer con el dinero que se libere un jugador de un perfil diferente, que sea del gusto de Plaza. Aunque el francés era objetivo preferente para el técnico y se le fichó antes incluso de que finalizara la temporada pasada, no ha cuajado, ha sido un fiasco. Plaza no le ha sacado partido y se pide un cambio para cumplir con el objetivo mínimo de estar en el play off.

La situación requiere de soluciones diferentes a las emprendidas hasta el momento y se trata, no ya de contentar al entrenador -del que no han gustado en el consejo sus últimas comparecencias públicas-, sino de armar al equipo y dotarle de un jugador capaz de aportar soluciones sobre el parqué. Alguien con la mente limpia que llegue y dé un impulso al resto.

Claro que no existe en la entidad la figura de un hombre con esa «cintura» para resolver este tipo de problemas. Hace un par de meses, tal y como informó La Opinión, el Unicaja intentó un canje entre Oliver Lafayette y Nemanja Nedovic, pero finalmente no cuajó. Fue la agencia del jugador, la del poderoso Misko Raznatovic (Beobasket), la que intentó la operación, a petición del Unicaja, ya que tanto el base verde como el del Milán son clientes de Raznatovic.

Pero ahora no existe esa disponibilidad con Edwin Jackson, el máximo anotador de la Liga de Francia de la pasada temporada antes de irse al FC Barcelona. Ni el secretario técnico, Carlos Jiménez, ni el gerente, Ángel Bordes, tienen experiencia o potestad para pasar a la acción. Con la ficha que liberara el galo, aunque hubiese que indemnizarlo, se podría realizar ese movimiento que desea Plaza para poner al equipo en la carrera por el play off. Así de cruda es la realidad de este Unicaja 2015/16 a primeros del mes de marzo.