Al menos, compitan hoy. Tan frágil es ya la moral del Unicaja y de toda su afición que esta tarde-noche, en el Palau Blaugrana, sólo le pedimos competir. Que al equipo no le «resbale» el partido ante el FC Barcelona, que salga a «morirse» en la pista, que trabaje, que sea solidario, que luche hasta la extenuación, que sea generoso en el esfuerzo, que no baje nunca los brazos, que trate de responder a los golpes... Lo del resultado, tal y como estamos, pasa incluso a un segundo plano. Hoy todos nos conformamos con no acabar el partido jurando en arameo...

Es poca la fe que hay en el equipo. Es el propio Unicaja el que se ha ganado a pulso, por desgracia, que se le tenga ahora muy poca consideración. El equipo está sumido en una crisis gravísima, ha perdido la identidad y mentalmente es un desastre. No parece, desde luego, el Palau Blaugrana el mejor lugar para recuperar las sensaciones perdidas. Aunque sí que es cierto que hoy no hay nada que perder, que el equipo puede soltarse, jugar liberado, sin presión, sin verse obligado a tener que ganar sí o sí. Hoy sólo está en juego el honor, el orgullo, el escudo de la camiseta y la profesionalidad de cada jugador que salte a la pista.

El propio Joan Plaza excusó ya el pasado miércoles cualquier error ante el Barça. Habló el técnico de que la próxima cita importante era la del próximo domingo, ante el CAI. Los jugadores se lo tomaron al pie de la letra ante el Panathinaikos y se ganaron otra sonora pitada del Martín Carpena. Hoy deben espabilar sí o sí. Otra salida así, otro primer cuarto como ante los griegos, será otra muerte segura. Y eso sería durísimo.

Estarán los que son... Sin Richard Hendrix, que ha decidido bajarse del barco y romper su contrato con el Unicaja para irse al Maccabi Tel Aviv. La pareja de pívots será hoy la compuesta por Fran Vázquez y Jack Cooley, más los minutos que pueda ayudar Will Thomas. Es lo que hay. Joan Plaza esperaba poder recuperar a Nemanja Nedovic, tras ser baja ante el PAO por su golpe en la cresta ilíaca. El serbio se resintió ayer en el entrenamiento en Barcelona y su presencia no está ni mucho menos asegurada.

También tiene problemas físicos Mindaugas Kuzminskas, con una lumbalgia. El lituano, otro que está de capa caída, tratará de forzar. El Palau es un escenario cinco estrellas y él debe ganarse un buen contrato para la próxima temporada. Ante el arsenal de problemas y lesiones, Romaric Belemene viajará esta mañana a Barcelona por si tiene que jugar.

Plaza ha decidido que el equipo no se ejercite este mediodía en el Palau, en la habitual sesión de tiro. El entreno de ayer se realizó en otra instalación, porque el pabellón de juego estaba ocupado. El técnico no quiere forzar físicamente más a sus hombres y el equipo tendrá la mañana libre antes del encuentro, a las 18.00 horas (Teledeporte).

El Barça espera con toda su artillería y con ganas de revancha, después de caer en la pista del Khimki ruso el pasado jueves. Ha hecho del Palau un reducto del que sólo pudo rascar algo este curso el Valencia en la ACB. Xavi Pascual, eso sí, no tendrá hoy a un excajista como Álex Abrines. El formidable jugador balear sufrió una apendicitis y será baja.