El viernes a las 13.00 horas, en una reunión celebrada entre Eduardo García, Joan Plaza y Carlos Jiménez, el Unicaja decidió apostar por el americano Kenneth Hayes, un escolta de 1,88 metros, desconocido para el gran público, un jugador muy parecido a Jamar Smith, con algo menos de tiro, pero más físico y mejor penetrador, para reforzar el perímetro del equipo malagueño. Ni el carísimo Jimmer Fredette ni los jugadores que estaban siendo ofrecidos de la Liga de China, como Willie Warren, que gustaba muchísimo...

El Unicaja escogió a Hayes, con el que ayer cerró un acuerdo total hasta final de esta temporada, a expensas de que «Kenny» envíe el contrato firmado y el club lo haga oficial. El estadounidense, de 28 años, un combo que puede subir el balón, tiene experiencia en Euroliga, un requisito indispensable para el cuerpo técnico. Y, además, está jugando alta competición, algo que no ocurría en algunos casos de jugadores de la endeble CBA china. De hecho, Hayes disputó en la tarde de ayer su último partido con el que ha sido hasta ahora su club, el Astana kazajo, que juega en la VTB League. Hayes jugó en Bielorrusia ante el Minsk, con derrota de su equipo por 87-83, y con una gran actuación personal: 24 puntos.

El hasta ayer compañero de equipo de un excajista, Nik Caner-Medley, promedia 16,7 puntos en la VTB League, con 41% en triples, 4 asistencias y 15,5 de valoración. También ha disputado seis encuentros de la FIBA Eurocup, con 19,3 puntos, 6,3 asistencias y 17,2 de valoración.

En el Astana también ha encontrado el Unicaja un «aliado» malagueño, Valery Tikhonenko, afincado en la Costa del Sol y cuyos dos de sus hijos juegan en la cantera de Los Guindos, aunque el mayor se ha marchado hace poco a Estados Unidos y el pequeño (Gleb) milita en el preinfantil del Unicaja. El escolta pertenece a la agencia BeoBasket, la del poderosísimo Misko Raznatovic, y que hace un par de meses ya trajo a Málaga a otro temporero, el base comunitario DeMarcus Nelson.

Según explicaron diversos especialistas, el nuevo jugador verde es similar a Smith, con un tiro menos depurado, más físico, con un gran uno contra uno. Es, continuaron, un jugador al que hay que ver en un equipo «grande», ya que su trayectoria por Europa ha sido en clubes con mucha menos tradición y nivel que el Unicaja (Hapoel Gilboa, Maccabi Ashdod, Vanoli o Astana), y en Málaga tendrá un rol muy diferente, con menos minutos, menos tiros por partido y mucha más exigencia en labores defensivas.

El sueño de Todorovic

Hayes no va a ser el único en venir a Málaga. El club también se mueve para incorporar un pívot. El deseado y ansiado es Marko Todorovic. Es cierto que el club no olvida el desplante de este verano, pero también es cierto que esto, al fin y al cabo, es un negocio. Y el pívot de 2,10 metros, 23 años y cupo de formación es lo mejor que ofrece el mercado a día de hoy. El Unicaja se ahorrará 175.000 euros en la ficha de Hendrix y Todorovic está en mercado. El Khimki le ha retirado la ficha, tanto en la VTB como en la Euroliga. Hay una ley no escrita que hace que los equipos inscriban en la VTB a los mismos jugadores que en la Euroliga, y el límite en la competición es de sólo siete extranjeros. Todorovic exige un año más, que el Unicaja podría renegociar. Su llegada requiere, además, que el Barça no acuda al derecho de tanteo por él. Se trata de una operación compleja, muy compleja. El club la estudia y la ve con buenos ojos, pero también está pidiendo a las agencias de representación nombres de pívots que puedan salir de sus equipos, a precio muy económico, para recalar en Málaga. En ello están en Los Guindos, jugando a dos bandas.