Marko Todorovic, pívot del Khimki pretendido por el Unicaja, ha rechazado la primera propuesta que le ha presentado el club de Los Guindos para ficharle por lo que resta de temporada y un curso más. El Unicaja aún confía en convencer al joven pívot montenegrino, de 23 años y 2.10 metros, que no tiene ficha federativa con el equipo ruso ni en la VTB League ni en la Euroliga. Sin embargo, las condiciones de Todorovic son inasumibles. El jugador pretende salir indemnizado del Khimki y mantener su salario de 700.000 euros netos para el próximo curso.

El Unicaja quiere hacer un esfuerzo por él, pero no puede ni acercarse a esas cifras. A día de hoy, las negociaciones están rotas, pero el Unicaja espera, desea y confía en que haya un cambio de opinión del jugador y pueda haber algún acercamiento. Está seguro el Unicaja de que no habrá ningún problema con el FC Barcelona, que sometió a tanteo al jugador, y en darle una vuelta al tema con Todorovic.

Ha dejado a un lado el club de Los Guindos el feísimo gesto de su agente, Ígor Crespo, que se llevó al balcánico al Khimki cuando en la sede del club cajista ya estaban los documentos del jugador, su pasaporte y hasta el contrato redactado y con la firma del presidente del Unicaja, Eduardo García. No le ha ido bien en el Khimki, pero el Unicaja confía en poder sacarle todo su jugo. Todorovic es un cupo de formación, conoce bien la ACB, también la Euroliga y es el objetivo número uno del club.

Sin embargo, la entidad sigue trabajando en el tema y ha abierto el casting, en busca de un hombre alto que ayude al equipo en la recta final de la temporada. La exhibición de Jack Cooley anoche en Barcelona ha relajado la tensión, pero Joan Plaza insiste en fichar un recambio de máximas garantías para cubrir la posible baja de Richard Hendrix, que se va al Maccabi.

El club está en comunicación con agentes y clubes, estudiando el mercado y tratando de encontrar opciones viables a Todorovic, todas de menor caché y nivel que el todavía pívot del Khimki. La agencia «Octagon» ha puesto encima de la mesa el nombre de Dimitrios Mavroeidis, pívot del AEK Atenas, de 2,10 metros, con experiencia en la ACB tras jugar en Bilbao. El jugador está loco por la música, pero en su contrato no hay cláusula de salida, por lo que está en manos de su presidente, Makis Aggelopoulos. El dirigente está fuera de Atenas hasta finales de esta semana, por lo que su salida, en caso de que acceda por un precio módico, no se prevé inmediata, como es el deseo del Unicaja. Desde Grecia apuntan que no será sencilla, puesto que el AEK ha vivido muchos movimientos en su plantilla este curso y que no hay predisposición a hacer más cambios.

Desde fuentes próximas al club apuntan que hay otras opciones que están en estudio y que no se ha decidido aún cuál es la más interesante. Hoy, con Joan Plaza en Málaga, se podrá avanzar sobre el refuerzo interior.