­Nombres, salidas y llegadas. Las novedades extradeportivas, con multa incluida a la plantilla, copan la atención del Unicaja en las últimas semanas. Lejos, muy lejos ya, parece el partido ante el Darussafaka, en el que tanto había en juego, o la indigna salida a pista ante el Panathinaikos, por no mencionar la dolorosa derrota ante el UCAM Murcia. El Unicaja ha perdido sus seis últimos partidos, algo que jamás había sucedido desde que Joan Plaza se hizo cargo del equipo, hace ya dos temporadas y media. El pasado año, justo al final del curso, hubo una minicrisis que se cerró con cinco derrotas consecutivas. En su primera campaña en Málaga también se perdieron cinco encuentros de una tacada. Pero nunca seis, como ha sucedido ahora.

La racha es duradera y ha provocado tal crisis que el Unicaja ha tenido que dar marcha atrás y ha salido al mercado, además de ponerle la cruz a Richard Hendrix, camino de Tel Aviv en breve, y Edwin Jackson, al que se le busca salida. De los 12 últimos choques, entre ACB y Euroliga, el equipo costasoleño ha perdido 10. No gana desde que lo hizo en La Laguna en la pista del Iberostar Tenerife, el pasado 7 de febrero, hace ya más de un mes. Una auténtica barbaridad que ha provocado, más allá del desastre de no acudir a la Copa del Rey, haber tirado todas las opciones de disputar el Top 8 de la Euroliga y, además, salir de los puestos de play off.

Los números de este último mes y medio, desde que el Unicaja viajó a Belgrado para jugar contra el Estrella Roja, el 22 de enero, son realmente preocupantes. En los 12 partido analizados, el Unicaja ha anotado únicamente 69,5 de media por partido, mientras que ha encajado 79,8. Es decir, que el Unicaja ha perdido por una media de más de 10 puntos de diferencia, otra bestialidad. Especialmente para un equipo como ha sido este Unicaja de Joan Plaza. Este periódico ya publicó una información en la que se explicaba que en las dos últimas temporadas con Plaza, el equipo verde sólo había perdido ocho choques por año por una renta de más de 10 puntos. Ahora ese significativo dato se ha disparado y sobrepasa los 15. El doble que entonces.

Si no eres capaz de meter ni 70 puntos por partido ocurre lo que le está sucediendo al Unicaja: que no es capaz ni de competir. Gran parte de culpa la tienen las estadísticas en tiros de campo. Los cajistas sólo han anotado un triste 31% en triples en estos 12 últimos enfrentamientos, mientras que de dos se queda en el 46,6%. Además, recibe puntos con una tremenda facilidad. Todos estos datos ha hecho que la valoración del equipo (81,3 en todo el curso) haya descendido hasta sólo 73. Tocó fondo ante el Fenerbahce, donde sólo sumó 43 de valoración. También en Turquía, ante el Darussafaka, se quedó en 52.

Los cambios que se están produciendo durante esta semana tienen la única finalidad de cambiar esta tendencia horrible. Ya contra el Barça, en el último choque disputado, el cuadro cajista anotó 77 puntos (8 más que su media en esta crisis) y llamó la atención sus 94 de valoración.

Las incorporaciones tratan de darle una vuelta de tuerca a la desastrosa dinámica, aunque en Zagreb no podrán debutar ni Kenny Hayes ni Viny Okouo, algo que sí se producirá el domingo en la ACB ante el CAI Zaragoza.

El equipo tiene una gran oportunidad en Zagreb, ante el colista del grupo (mismo bagaje de sólo dos triunfos), para comenzar a cambiar, voltear la racha y volver a una dinámica ganadora.