Ensayo general ante el partido del domingo del CAI Zaragoza, el verdaderamente importante, según insiste Joan Plaza. Lo deslizó la semana pasada, antes incluso de jugar con el Panathinaikos, el Barcelona y hoy con el Cedevita en Zagreb. A nadie se le escapa que esta extraña forma de motivación, por ahora, no ha cosechado grandes éxitos. La salia a pista ante los griegos fue ridícula. Y con el Barça sí que se vio otra cara distinta, en un partido sin nada que perder, y en el que los malagueño dieron un paso al frente en sus prestaciones.

El Unicaja afronta la «eurocita» en Zagreb, adonde viajó ayer a primera hora en chárter, como el primero de su nueva era. Ya está en Málaga el escolta Kenny Hayes, aunque el jugador estadounidense no podrá jugar, ya que fue fichado fuera de plazo. El Unicaja no quiso realizar movimientos, creía en lo que tenía y «tiró» a la basura el parón por la Copa del Rey, en la que no estuvo. Así que Hayes, al igual que Viny Okouo, no podrán jugar hoy, aunque sí que han viajado para hacer grupo y poder entrenarse ayer en el Drazen Petrovivc de Zagreb y hoy en la sesión de tiro.

Debe proponerse el equipo malagueño utilizar este encuentro como el primero de su Liga. El Cedevita no es mejor equipo que el Unicaja, aunque los dos empatan con sólo dos victorias. Un chasco mayúsculo que ha echado antes de tiempo a los verdes del Top 16. Una pena despedirnos de la Euroliga con tan lamentable imagen, perdiendo seis partidos de forma consecutiva y sin opciones de luchar por el Top 8.

La expedición verde, con 17 aficionados a bordo, aterrizó al mediodía en Zagreb, con algo de frío y ganas de disfrutar de un buen partido. Joan Plaza afronta el encuentro con toda su gente en condiciones, a excepción de Stefan Markovic, lesionado de larga duración, aunque se le espera en un plazo de unos 10 días. La lumbalgia que sufrió Kuzminskas ha pasado a mejor vida, el golpe de Nedovic ha ido a menos y Plaza espera que su juego interior esté a la altura, con un Cooley que dio muestras ante el FC Barcelona de que puede ser más útil de lo que se ha visto hasta ahora y un Fran Vázquez en versión muy mejorado.

No hay duda de que el Unicaja esta noche, por desgracia, ya no es favorito para ganar el partido. Acumula ya seis derrotas consecutivas, y está a sólo dos de establecer un récord negativo en su larga historia en la competición, tras 16 temporadas, las últimas 15, consecutivas.

Urge una mejoría. Y es muchísimo mejor comenzarla esta noche que otro día. Porque si el Unicaja sigue jugando con fuego va a acabar achicharrado. Hay que jugar con la misma intensidad que frente al CAI Zaragoza el próximo domingo en el Martín Carpena, el partido en el que Plaza tiene puesto el foco desde hace ya una semana y meida. Pero mucho ojo, porque este Cedevita no tiene nada que perder, tiene un cinco sensacional, con una mezcla de veteranos y jóvenes que tienen muchos quilates.

Y en el banquillo rival estará sentado el croata Veljko Mrsic, que acaba de renovar con el equipo de Zagreb, y que está haciendo un gran trabajo. El exjugador cajista se curte en el campeón de su país a la espera de «saltar» a un club de más pedigrí. Tiene un equipo muy bonito, con tres americanos rodeando a nueve jugadores locales con un increíble futuro, entre los que se encuentra un ex, Luka Zoric, que aporta experiencia en el grupo. La cita es a una hora atípica, las 19.00 horas. En un a pista histórica, el Drazen Petrovic. Allí se respira baloncesto por los cuatro costados. En la escalinata de acceso ya hay una estatua con el genio de Sibenik. Su madre atiende a curiosos y admiradores en el museo que lleva el nombre de «Amadeus» y que está en una esquina del pabellón. El que no se concentre allí, el que no sea capaz de dejarse el alma y de superarse, en todos los sentidos, es que no ha nacido para jugar a este deporte. Esperemos que esta tarde, el Unicaja esté a la altura de las circunstancias. El equipo lo necesita.