Richard Hendrix es un grandísimo jugador. Sus problemas con las lesiones y su tendencia a coger peso, no son nuevas, todo el mundo las conocía. Es más, esa es una de las causas por las que este verano el Unicaja estuvo en condiciones de contratarlo. Los problemas de convivencia en el vestuario que ahora se hacen públicos, deberían ser conocidos antes de su contratación. Que los aficionados no los conozcan es entendible, pero que una estructura profesional como la que tiene el equipo verde no los conozca, es un error muy grave. Sobre todo porque Hendrix ha estado jugando en Europa todos estos años. Una simple llamada a Víctor Claver, compañero suyo la temporada pasada, hubiera bastado para conocer mil detalles. El caso de Edwin Jackson es parecido, después de tantos años en la selección francesa con viejos conocidos de la capital de la Costa del Sol como Florent Pietrus y una última temporada en el Barcelona, sobran puertas a las que llamar para conocer la actitud del jugador. Otra cosa es que se conocieran y se haya asumido el riesgo como muchas veces se hace e incluso algunas sale bien. En ese caso sobra hablar de «escáneres cerebrales» y sólo hay que asumir el error, que tampoco pasa nada, después de tantos aciertos todo el mundo aceptaría un error o dos.

Mi sorpresa es que el club abandona la alta tecnología de «los escáneres» y se apunta al tradicional método de los melones. Me contaba hace unos años Miguel Ángel Paniagua, el primer gran agente de jugadores norteamericanos de este país, que los jugadores del otro lado del charco en los años 90 eran como los melones, todos eran muy bonitos por fuera pero había que abrirlos para conocer como era realmente su sabor. En aquella época la información era muy limitada y las diferencias entre nuestros países eran muy grandes. Algunos americanos nunca llegaron a entender porque en Europa las tiendas cerraban a mediodía. Nunca sabías si un gran jugador en Estados Unidos iba a convertirse en un buen jugador en la Liga española. Hayes responde a este perfil, jugador semidesconocido y sin experiencia en las grandes ligas, ni en grandes equipos, pero con unos números muy llamativos. Ojalá se convierta en Louis Bullock y no en Larry Spriggs. Aunque un gran rendimiento de Hayes provocaría otro problema a Joan Plaza, su condición de extracomunitario le hace incompatible con Smith y Cooley. Sólo podrían jugar dos de los 3 norteamericanos.

A pesar de todo creo que el gran error este año del Unicaja no está en las contrataciones, está en tocar lo que funcionaba. Si Carlos Suárez era uno de los mejores jugadores de la Liga jugando de tres, debería haberse quedado en esa posición y en lugar de incorporar a un alero, incorporar a un jugador interior. Si Fran Vázquez era más feliz y dominante con otro pívot grande en el equipo, pues en lugar de fichar a Hendrix se debería haber fichado a un «siete pies». Es decir, crecer sobre tus puntos fuertes y no ponerte a tocar los cimientos de la casa sin una garantía de éxito. Por desgracia, el partido en Croacia ante el Cedevita es un trámite porque Unicaja se juega la vida ante el Zaragoza. Pero un trámite que mal llevado puede llegar a ser traumático. Suerte€