Desde el miércoles de la semana pasada, en la previa al partido frente al Panathinaikos griego, se quedó fijada la fecha del próximo domingo 13 como el día D y la hora H. Joan Plaza le puso palabras a lo que prácticamente tenía todo el mundo en la cabeza, aunque por delante quedaran tres partidos, uno de Liga Endesa: el Barcelona, y dos de Euroliga: el Panathinaikos y el de ayer en Zagreb ante el Cedevita. El encuentro clave y que iba a definir donde nos encontramos realmente y qué aspiraciones tenemos es el que toca disputar en 48 horas ante el CAI Zaragoza.

Dada la dificultad del viaje a la ciudad condal y de la no fácil situación en la competición europea, el partido del domingo se antoja vital para recuperar, no sólo victorias que mejoren la clasificación, sino un juego convincente y sólido que recupere la confianza y la autoestima.

Hablaba también el técnico cajista de que el objetivo en esos trece días y con los tres partidos de por medio, era prepararse a conciencia, recuperar efectivos, en todos los sentidos, e intentar ser lo mas competitivos posibles. Aunque frente al Pao no se comenzó la serie demasiado bien, quizás por las numerosas circunstancias adversas alrededor del grupo, en estos dos últimos encuentros hemos visto un gran cambio y una línea claramente ascendente, que esperemos tenga su guinda frente al conjunto maño el fin de semana.

Tanto en Barcelona como ayer tarde frente al Cedevita se ha visto a un equipo más compacto, con mucha mejor circulación y mayor fluidez en ataque, con aportación de un mayor número de efectivos y lo mejor, con una mayor agresividad y ambición, tanto en las acciones como en los gestos, también muy importantes.

La marcha de Hendrix al Maccabi, hecho que podría haber mermado en un principio más al grupo, ha permitido la irrupción de Cooley, con muchos más minutos, que está aprovechando, y de qué manera. Ha sido de los más destacados en estos dos encuentros, y además en todos los aspectos del juego: en anotación, en rebote, en defensa y sobre todo en energía. La mejora en la aportación del estadounidense ejemplifica la del resto de jugadores verdes, un paso al frente que han dado todos y que necesitaba el equipo como el comer.

Era cierto que todos estaban o estábamos centrados en el día 13 y que esta semana y media que teníamos por delante parecía un trámite que había que cumplir, pero no hay mejor manera de afrontar en las mejores condiciones ese vital compromiso, que aprovechar el camino que tienes hasta él. Eso es lo que ha hecho el Unicaja, ha ido marcando una mejora y una línea ascendente y ha competido al máximo de sus posibilidades. Y de paso, ayer consiguió romper una racha de seis partidos sin conocer la victoria. Nunca viene mal un triunfo para corroborar un buen trabajo y para insuflar ese plus de confianza que te da de cara al siguiente choque, máxime tras tantas derrotas consecutivas, tanto en una competición como en la otra.

Ahora a descansar, a recuperar y a prepararse para la batalla del domingo, tan sólo hay que apoyarse en el gran trabajo realizado estos y jugar unidos como se ha hecho en los dos últimos enfrentamientos. Y por supuesto, que el Carpena se prepare también para ser uno más que da ese paso al frente.