El Unicaja sigue sin encontrar un pívot que le convenza, tal y como ayer se explicaba en estas páginas, y ha decidido extender su rastreo en el mercado a un jugador de otro perfil, un «cuatro» capaz de abrir más el campo y que aporte tiro y tenga otras características distintas a las de los actuales ala-pívots verdes. Se trata de un movimiento repleto de lógica, toda vez que tras la marcha de Richard Hendrix, tanto Jack Cooley como Fran Vázquez han dado un paso brutal al frente, y que Viny Okouo ha sido inscrito para jugar ya en la ACB. Will Thomas puede, además, echar una mano en el puesto de pívot. Por lo tanto, un ala-pívot con buen rango de tiro ampliaría el arsenal de recursos del equipo malagueño y descargaría a Carlos Suárez, que no acaba de adaptarse al puesto de «cuatro».

Está claro que el Unicaja ha tratado de encontrar soluciones al puesto de pívot. Hubo contactos con Marko Todorovic, jugador de 2,10 metros, del Khimki, pero no han sido satisfactorios. Y es que Plaza ha pedido un pívot con condiciones muy especiales. Que no fuera un jugador ni muy atlético ni muy físico. Si no un pívot que conociera el juego, que lo supiera leer, con capacidad de pase desde el poste bajo... Unas peticiones que se amoldaban perfectamente a lo que representaba Todorovic. Pero el Unicaja no ha podido llegar a las exigencias económicas del jugador montenegrino.

Se estudiaron varias opciones en el mercado europeo, pero ninguna salió. Y se echó la caña en la Liga de Desarrollo, con pívots cotonús, que ocupan plaza de comunitarios en la ACB. Gustaron algunas opciones, pero ninguna llegó a convencer, como es el caso del nigeriano Eric Michael, de 2,10 metros, de los Texas Legend.

Así las cosas, el club explora ahora qué ala-pívots le ofrece el mercado. Nik Caner-Medley estaría dispuesto a venir, pero se duda de su estado físico, aunque juega 35 minutos en Astana. El casting está abierto. Y se intentará elegir cuanto antes.