Llegó el día. Casi dos semanas después de que Joan Plaza dijera públicamente que el partido contra el CAI era la próxima gran cita para su equipo -por mucho que entonces hubiera por el medio tres duelos pendientes ante Panathinaikos, Barcelona y Cedevita-, ya está aquí la finalísima contra los maños. Desde las 12.30 horas, cajistas y aragoneses miden fuerzas en un partido clave para los de Los Guindos, ahora mismo fuera de la zona noble de la Liga tras tres derrotas seguidas (Fuenlabrada, Murcia y Barcelona).

A 12 jornadas para el final de la Fase Regular, momento en el que los 8 mejores lucharán por el título y los ocho peores acabarán la temporada, la situación es casi límite. Ganar no sería decisivo, es verdad, pero perder sí colocaría a los de Plaza en una situación crítica. Mejor casi no pensarlo.

El gran aliciente para la «marea verde» este mediodía dominical será ver en acción a Kenneth Hayes Kenneth Hayes. El escolta americano debutará frente al CAI. Plaza quería un artillero para mitigar sus problemas en el tiro exterior. El club ha encontrado en Kazajistán a Hayes y habrá que ver desde hoy sí se ha acertado en la elección y cumple con lo que se espera de él.

También veremos por primera vestido de verde con la primera plantilla a Viny OkouoViny Okouo, la perla de la cantera, sustituto de Richard Hendrix en el róster... mientras no llegue algún otro refuerzo más.

La gran incógnita es saber qué Unicaja se verá sobre el parqué del Palacio. Si es el de los dos últimos partidos, ante Barcelona y Cedevita, estamos de enhorabuena. La victoria podemos darla casi por segura. El problema es que aparezca el «otro» Unicaja, el de casi todos los días de los últimos dos meses. Ese desesperante, sin actitud y poco competitivo que se quedó sin Copa, que tiene la Euroliga casi imposible y que se ha ganado a pulso esta situación liguera al filo del precipicio.

Además de Hayes y Okouo, otros nombres propios por distintos motivos son los de Nedovic, Jackson o Cooley. «Nedo» jugó en Zagreb este jueves sus mejores minutos desde que viste de verde. La grada está deseando aplaudirle y darle calor, pero no ha tenido muchas oportunidades hasta ahora. Algo parecido pasa con Cooley. Lleva un par de partidos a un nivel espectacular, aprovechando la «espantá» de Hendrix y ante los de Zaragoza podría ser una ayuda clave para sumar. Y Jackson, ¿qué? Pues está en el ojo del huracán de técnico y afición. Tiene un examen muy importante. Si está a buen nivel, todo será más fácil. Si no ayuda, el equipo lo tendrá más difícil y él puede cavar su tumba como jugador verde.

El Carpena tiene también mucho que decir este domingo previo al inicio de la Semana Santa. La afición cajista debe mentalizarse de que estamos ante algo más que un partido. Que hay que ganar sí o sí para seguir enganchados a la zona del play off. No sé cuanta gente acudirá a arropar al equipo. Sean 6.000, 7.000 ó 8.000, lo necesario es que «mueran» por el equipo del minuto cero al 40. El equipo necesita cariño y su gente se lo tiene que dar. Ya se sabe que aunar fuerzas siempre supone un plus.

Que nadie espere un partido cómodo. Es verdad que el CAI no vive su mejor momento, sobre todo se ha mostrado muy vulnerable lejos de su pabellón, pero es que los maños le tienen comida la moral a un Unicaja que no gana en el Carpena al equipo zaragozano desde la época de Chus Mateo como inquilino del banquillo cajista, en octubre de 2011. Son ya cuatro derrotas seguidas en Málaga, incluida la dolorosísima de los cuartos de final de la Copa del Rey de Málaga 2014, ya con Plaza al mando de la nave verde. Que al Unicaja se le da mal el CAI salta a la vista. Esperemos que esta vez cambie la suerte.