El viernes por la noche se dio por cerrado un capítulo en el presente y futuro inmediato del Unicaja: la salida de Richard Hendrix. El pívot presentó una oferta del Maccabi Tel Aviv y el Unicaja aceptó rescindir su contrato y darle la libertad para que dejara el club malagueño. El estadounidense se presentó en el entrenamiento vespertino, ya no se ejercitó, recogió sus pertenencias de su taquilla y se despidió de los compañeros y del staff del Unicaja. Hendrix se marchó y dijo adiós. Le pidió al club no viajar a Barcelona ni jugar en el Palau, para evitar cualquier tipo de percance físico y desde Tel Aviv apuntan que está todo cerrado para irse al Maccabi hasta final de curso.

Es más, en Israel urgen a que soluciones el papeleo que tiene pendiente, rescinda su contrato y se marche inmediatamente. Anoche, el histórico Maccabi, en la peor temporada de toda su historia, volvió a perder en la competición hebrea, ante el Hapoel, por un sonrojante 84-68.

Sin embargo, Hendrix no está dispuesto a marcharse porque alega, según ha podido saber este periódico, un fleco económico que quiere cobrar para firmar el finiquito con el Unicaja y abandonar Málaga definitivamente. Es más, Hendrix le ha hecho saber al Unicaja que si no accede a sus condiciones, hoy mismo se presenta en el entrenamiento del equipo y retoma su actividad con el equipo como uno más y como si no hubiese pasado nada. Es un ultimátum en toda regla, ya que el Unicaja no cuenta ya con él. Es más, el club está aliviado por la nueva situación que deja.

El pívot estadounidense era uno de los líderes del vestuario y aglutinaba a los jugadores americanos, además de a Nemanja Nedovic y Edwin Jackson. No era la mejor de las influencias. Ayer mismo, Jack Cooley se fue a los 27 de valoración y Fran Vázquez firmó uno de los mejores partidos de su floja temporada.

Hendrix no da su brazo a torcer y espera solucionar ese fleco económico. De lo contrario amenaza con quedarse. El Unicaja da su contrato por resuelto y no está dispuesto a atender esta postrera petición del jugador. Si el Maccabi de verdad lo quiere tendrá que ser el club macabeo el que se haga cargo.