Algo falló este viernes en la planificación del Unicaja-Estrella Roja. Los serbios trajeron a Málaga más de 250 aficionados que camparon a sus anchas por los alrededores del Martín Carpena y que liaron un buen lío en los primeros cuartos. Tuvieron que ser reubicados hasta en dos ocasiones, provocando un gran malestar en muchos abonados del Unicaja. El club emitió incluso una nota de prensa pidiendo excusas. Lo cierto es que desde Tribuna Baja, detrás del banquillo serbio, se marcharon a la zona alta, y después a la que habitualmente ocupan los aficionados visitantes, teniendo que desplazar a los malagueños de la zona. Algún abonado denunció a este periódico amenazas continuas y comportamiento incívico. Dio la sensación de que hubo pocos efectivos de la Policía Nacional, que hubo poca planificación, ante la visita de un rival con hinchas bastante peligrosos.