La nueva Liga de Campeones de baloncesto, ideada por la FIBA y que se presentó oficialmente ayer en París, sin la presencia en el acto del Unicaja, y comenzará a disputarse en la temporada 2016-2017, contará con la participación de un total de 56 equipos de 39 países. Los mejores 32 clubes serán los que juguen la primera competición. Los equipos accederán a la Liga de Campeones a través de sus respectivas competiciones nacionales. Las ligas de Alemania, Bélgica, España, Francia, Grecia, Israel, Italia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa y Turquía tendrán clasificación directa para la Fase Regular. El número exacto de plazas de cada uno de estos países se determinará el Consejo de la Liga de Campeones. Ocho de estos equipos lo harán mediante una ronda de clasificación previa de 24 equipos.

Sobre el papel, ésta es la idea. Pero dentro de las Ligas se están viviendo verdaderas revoluciones, con increíbles presiones. Sucede que algunas ligas dependen de los propios clubes y otras muchas, de sus Federaciones. En España, la ACB es la que tomará la decisión. Y aún no se ha adoptado un acuerdo. De hecho, el Unicaja, junto a Valencia y Gran Canaria, estuvieron la pasada semana en la Euroliga, y la opción más cercana es la de seguir en la competición, jugando la Eurocup o la Euroliga.

La FIBA también ha hecho público cómo será el reparto económico de los equipos de la Liga de Campeones, que tendrán garantizado un mínimo de 4,5 millones de euros. Los 32 participantes tendrán un fijo de 100.000 euros, mientras que los equipos que lleguen a octavos recibirán 20.000 euros más, que subirán a 40.000 para los que estén en cuartos. Así, el campeón ganará un total de 340.000 euros.

El Unicaja esperará a junio, cuando acabe la temporada, para tomar una decisión. El nuevo panorama de la Euroliga, con una plaza para la ACB, le acerca de nuevo a esta competición.