­Una remontada «imposible» cuando ya nadie la esperaba, tras estar 14 abajo en el esprint final del tercer cuarto (44-58), permitió al Unicaja anoche sumar una victoria liguera clave en su objetivo de asentarse entre los ocho mejores de la ACB, justo cuando llega la hora de la verdad en la Fase Regular y el play off asoma amenazante en el horizonte.

Dos triples de Kenneth Hayes, dos mates de Nedovic, un robo de Carlos Suárez (fantástico ayer atrás y con un triplazo clave en plena remontada), otro robo del propio «Nedo» y uno más final de Kuzminskas fueron la carambola perfecta de jugadas de ataque y defensa que obraron el milagro y permitieron el epílogro triunfal a 40 minutos de sufrimiento que hay que dar hoy por bien empleados, aunque solo sea por el éxtasis final.

Y es que para llegar a semejante desenlace feliz, el Unicaja se tuvo que sobreponer a tres malos primeros cuartos. Toda la fluidez en la circulación de balón, todo el acierto en el tiro y toda la magia mostrada 7 días antes en Vitoria fue ayer solo un recuerdo en los 30 primeros minutos frente al Bilbao Basket. Los de Plaza no pudieron casi correr y sufrieron para anotar en el cinco contra cinco, sobre todo en el lanzamiento de larga distancia. Gracias al trabajo defensivo, el equipo se pudo mantener siempre cerca del rival antes del descanso, aunque el 43-56 cuando ya agonizaba el tercer cuarto pareció la sentencia que después, por suerte, no llegó.

El equipo, ya sin metas deportivas en Europa, parece tener claro que lo importante es lo de cada fin de semana y vuelca todos sus esfuerzos en el partido de Liga. Pasó en el Palau Blaugrana hace ya cuatro domingos -a pesar de la derrota final- y son ahora ya tres choques de ACB seguidos sumando con cierta autoridad ante CAI y Laboral Kutxa, y con mucha más suerte que otra cosa frente al Bilbao Basket... pero vale igual. Tres rivales, por cierto, que fueron inabordables en la primera vuelta y que ahora han caído uno tras otro.

El caso es que con muy poquito, el equipo se ha afianzado entre los ocho mejores de la clasificación -su sitio natural, por otro lado- y parece ahora sí un candidato firme a estar en el play off por el título cuando la Liga Regular eche el cierre. Con nueve jornadas por delante para el corte, son ya 13 victorias en la «buchaca», con una de margen sobre el Iberostar Tenerife y el UCAM de Carlitos Cabezas, y dos sobre el Andorra, los tres equipos que vienen detrás de la zona de play off con «peores intenciones».

La verdad es que el Unicaja estuvo ayer virtualmente «muerto». Los «hombres de negro», liderados por su pareja de bases Hannah&Raúl López (9 triples entre los dos) mandaron con mucha autoridad desde el salto inicial. El Unicaja tuvo fe en la remontada y eso le salvó. Sito Alonso ayudó no sabiendo leer en el último cuarto la trampa que le puso Plaza con tres pequeños. Mantuvo demasiado tiempo sentado a Hannah y el Unicaja lo aprovechó.

La victoria es de ésas que valen por dos. La que sumas tú y la que se deja en el limbo tu rival directo. Por eso era tan importante lo de ayer. Queda mucho trabajo por delante, pero el objetivo que parecía casi imposible el día de la debacle contra el UCAM Murcia está ahora al alcance de solo cuatro o cinco victorias más. La reacción es evidente, por mucho que ayer la luz roja de la alarma estuviera encendida buena parte de la tarde-noche.

El Carpena, necesitado de alegrías esta temporada, disfrutó de lo lindo. La fiesta final fue de las que se dan tres o cuatro veces al año. Premio merecido para los 6.000 y pico fieles que van cada día a aportar y que se merecen todo.

Hoy toca disfrutar. El jueves habrá que «excursionar» a la lejana Krasnodar para jugar contra el Lokomotiv un partido en los que lo único importante es que nadie se lesione. El domingo, otra vez en el Carpena, cita contra el Joventut. Un partido para acercarse todavía más a la lucha por el título.