­Sus 15 puntos ante Bilbao, con dos triples finales, llevaron el apoteosis al Martín Carpena. Su electrizante primer paso de salida y su facilidad para pasar la bola tras crear desequilibrios aumentan la batería de opciones del Unicaja en ataque. Kenneth Hayes (Dayton, Ohio, Estados Unidos) ha pasado de la fría Kazajistán a Málaga, de no cobrar a vivir en un gran club, de jugar ante 500 aficionados a poner en órbita el Carpena. A sus 28 años ha llegado para hacer ruido. Ya le ha dicho a Misko Raznatovic, su poderosísimo agente, que haga todo lo que pueda para renovar.

Felicidades por su partido ante Bilbao y sus dos triples que permitieron remontar el partido.

Estoy muy feliz. Yo vine aquí para hacer todo lo que pudiera para ayudar al equipo, a mis compañeros, ésa es mi meta.

¿Qué se ha encontrado en Málaga, en el equipo, en el vestuario, en el club?

El ambiente es muy bueno con todos los chicos y con el cuerpo técnico. Todo el mundo me está ayudando muchísimo desde que vine y todo ha sido más fácil y más rápido gracias a la ayuda de todos. Me han transmitido cuál es el espíritu del equipo, en qué puedo ayudar yo y eso ha hecho más fácil mi adaptación.

Usted está en Astaná, en Kazajistán. ¿Qué siente cuando el teléfono suena, ve que es su agente, Misko Raznatovic, y le ofrece la opción de venir a Málaga?

Lo primero que hice fue hablar con Nik (Caner-Medley). Él me dijo que no lo dudara, que dijera que sí, que me viniera a Málaga. Me emocioné muchísimo. Suponía venir a la mejor Liga de Europa, a jugar en un gran club de Euroliga. Jugar para el coach Plaza también fue un estímulo, conocía bien su trabajo. Sentí que era una gran oportunidad de aprender con él y de medir mi nivel.

¿Cómo es la vida jugando sin cobrar en Astaná y pasar a un club como el Unicaja y a una ciudad como Málaga, soleada y con buen clima?

Yo trataba de que mi cabeza no estuviera en eso. Estaba en el Astana, una ciudad con muy mal clima, tratando de entrenar fuerte y jugar buenos partidos, y no pensar en lo demás. Por eso, al final, éste es un gran negocio personal. Venir aquí ha sido lo mejor. A un gran club y a una ciudad preciosa, con un gran clima. Insisto, esto es un gran negocio para mí, y yo voy ahora a tratar de ayudar en todo lo posible al equipo, a mejorar, a ganar partidos.

Sólo puede jugar en la ACB, no en Euroliga. ¿Está suponiendo un problema en su adaptación?

Por supuesto que me encantaría poder jugar en la Euroliga, pero estoy aprendiendo mucho viendo los partidos del equipo, sentado en el banquillo, sin poder jugar, y eso me ayuda a entender el juego del equipo, los sistemas. Para mí es estupendo poder formar parte de una institución como ésta, con un equipo en Euroliga. Ojalá algún día yo pueda tener la oportunidad de jugar la Euroliga, además de lo que me está brindando el club, de vivir el ambiente desde dentro.

El domingo fue clave ante Bilbao Basket en la remontada con dos triples decisivos. ¿Cómo vivió ese momento?

Me sentí genial, yo nunca había formado parte de un equipo como éste, nunca había vivido una atmósfera como la que viví el domingo. Fue increíble el final. Fuimos muy agresivos, pude ayudar al equipo a ganar y eso fue genial. Fue increíble ver a la gente loca en el pabellón. Los fans nos dieron una energía extra para poder ganar.

¿Está siendo Jamar Smith muy importante en que su aprendizaje sea más rápido?

Jamar es uno de mis mejores amigos. Los dos jugamos juntos en nuestro primer equipo profesional, en la D-League. Me gusta estar cerca de él, es un gran compañero, un buen amigo.

¿Ha sido muy difícil para usted adaptarse al baloncesto de Plaza, anteponer la defensa al ataque?

Cuando yo vine hablé con Nik y con Jamar, y ambos me advirtieron de lo que iba a encontrarme, del estilo de juego del coach Plaza, de qué iba a querer de mí. Sabía que aquí siempre se entrena al máximo nivel, que no iba a jugar 30 minutos ni iba a tener 15 tiros para mí. Yo sabía a lo que venía. Nik y Jamar me explicaron que al equipo se le ayuda a través de la defensa y que en ataque debía ser muy agresivo y tener mis tiros, con menos minutos, pero siendo físico, jugando muy duro. Puedo hacer bien ese trabajo, me gusta también ese trabajo.

Me ha hablado antes de Caner-Medley. La Opinión publicó que el Unicaja y Nik llegaron a negociar su incorporación. ¿Ha podido hablar con él sobre su futuro?

Yo hablé con Nik un par de veces la pasada semana y él había puesto su atención en venir a Málaga. Luego hemos hablamos de otras cosas, él me ha dado consejos. Después de cada partido, él me ha mandado mensajes felicitándome por mi actuación. Y sí que me dijo que tenía posibilidades de poder venir a Málaga a ayudar al equipo dentro de sus posibilidades.

Su mecánica de tiro es peculiar pero eficaz...

(Risas). No es tan perfecta como la de Jamar, lo sé... (risas). Me padre trató de corregirme la mecánica de tiro, pero es así, me sale así.

En menos de un mes, Jamar volverá a jugar y entonces Plaza deberá decidir cuál de los tres americanos (ustedes dos y Cooley) no podrá jugar...

Personalmente, no es un problema. Yo voy a tratar de seguir entrenando y jugando duro, y ojalá Jamar pudiera volver antes de este tiempo a jugar, que recupere la salud. Trabajaré en cada entrenamiento y quiero jugar. Aunque al final lo más importante, hoy por hoy, es que el equipo gane. Si yo juego, pues mucho mejor. Lo que tenga que ser será.

Usted ha firmado un contrato hasta final de temporada. ¿Le gustaría seguir?

Sería maravilloso. Considerar quedarme aquí un largo tiempo sería maravilloso para mí. Yo puedo jugar muy duro, ayudar al equipo. Le he dicho a Misko (Raznatovic, su agente) que ponga toda su atención en tratar de mantenerme aquí. Es un sitio estupendo.