­El Unicaja y Nik Caner-Medley habían llegado el domingo a un principio de acuerdo. El ala-pívot del Astana ya pensaba en verde. Tras la derrota ante el Estrella Roja, el club movió ficha y lanzó una oferta por el jugador. Por una cuarta parte de su sueldo en el club kazajo, el ala-pívot estaba dispuesto a hacer las maletas y regresar a casa. Su nombre no era el prioritario en la lista de Joan Plaza, pero el club dio el paso. Nik conocía al coach, el equipo, la Liga, podía incorporarse de inmediato y había rebajado un 75% su caché para venir a Málaga. El lunes se iban a intercambiar papeles. Pero el Unicaja asaltó Vitoria, Thomas firmó el partido de su vida y el club paró la operación. El resto, ya es historia.