El entrenador del Unicaja, Joan Plaza, y el técnico del Manresa, Ibon Navarro, representan el presente y el futuro de los entrenadores del baloncesto español. Plaza, un técnico hecho a sí mismo, que ha entrenador a dos históricos como Real Madrid y Zalgiris, afronta su tercera temporada en Málaga. Su curso más convulso, desde luego. Tiene dos años más firmados, aunque su futuro es una incógnita a día de hoy. El mercado pondrá a cada uno en su lugar de aquí a unos meses. Con él, el Unicaja tiene al mejor entrenador posible. Cuando Plaza se ha dedicado a lo suyo, el equipo ha sido un cañón. Sacó al club del atolladero y le ha devuelto a la elite, a pesar de que esta campaña le está pasando factura. Hoy tendrá delante a Ibon Navarro, que a sus 40 años afronta su segunda oportunidad en la ACB, tras entrenar al Baskonia durante parte de la pasada campaña. El vitoriano tiene mucho recorrido y gusta en Los Guindos, donde están en nómina entrenadores con gran nivel, como Antonio Herrera y Paco Aurioles.