­El Unicaja ya tiene sobre la mesa una docena diferente de opciones para los puestos clave a reforzar para el equipo de la próxima temporada. Las posiciones de base y pívot son preferentes para el club malagueño, justo donde más se ha fallado esta temporada. Especialmente delicada es la dirección de juego. El club sabe bien que los equipos comienzan a construirse desde los dos bases, por lo que el principal esfuerzo presupuestario se realizará en el puesto de «uno». Es, de hecho, la plaza en la que más está insistiendo la dirección deportiva a la hora de buscar opciones, cotejar nombres y visionar partidos y vídeos. Aunque, llegados a este punto, también existen dudas a la hora de confeccionar el equipo: ¿un único base de primerísimo nivel o dos complementarios y con cachés más al alcance del presupuesto del club?

No hay dinero suficiente para todo. El Unicaja, por eso, estudia todas las opciones posibles. Todas están abiertas. La entidad se plantea contratar un «uno» de máximas garantías, realizar ahí un gran desembolso, y acompañarle de Alberto Díaz (al hay que renovar), más la presencia como «combo» de Nemanja Nedovic, que puede echar una mano a la hora de crear juego. No es la idea más popular. No se quieren crear grandes desequilibrios presupuestarios en el vestuario y Joan Plaza -su continuidad está por resolverse- siempre prefiere que la responsabilidad del equipo recaiga sobre muchos.

Gana fuerza, así, la idea de contratar dos bases, con Alberto como refuerzo. Dos jugadores de perfil medio-alto, con experiencia en la ACB o en Europa, de un nivel similar, complementarios. Uno más físico y con muchos puntos en las manos; y otro más creador de juego, que genere para el resto del equipo, especialmente a los pívots, que están tan descuidados y poco asistidos este curso.

La lista de opciones es muy amplia, con jugadores de todo tipo de perfil. Quino Colom, Oliver Lafayette, Leo Westermann, Kyle Fogg, Rodrigue Beaubois... Muchos jugadores en la lista, múltiples opciones para conjugar y que creen esa química que esta temporada no ha existido. Y es que de la elección de los bases dependerá el futuro Unicaja. Qué tipo de equipo será y, también, a qué tipo de pívots habrá que fichar.

Porque si el Unicaja ficha a un pívot grande deberá nutrirle de balones dentro (Ondrej Balvin, por ejemplo). Y si se prefiere pívots más móviles necesitará otro tipo de perfil a la hora de distribuir la bola (Miros Bilan). Siendo conscientes, además, de que ni Nemanja Nedovic ni Jamar Smith, los escoltas del próximo curso, son generadores de juego. Todo debe hacerse con un hilo conductor que permita que la sinfonía suene de la mejor forma posible. Y que no desentone, como esta temporada.

A Joan Plaza le gustan más los pívots que son capaces de echar el balón al suelo, que pueden jugar uno contra uno de cara al aro, que saben tirar y pasar el balón, y que en defensa son rápidos, pueden cambiar de hombre, y que se adapten así a su forma de entender y desarrollar el juego. Claro que la continuidad de Plaza es el principal asunto que debe quedar claro a la hora de planificar el curso. Nunca antes en Málaga, la continuidad de un entrenador con contrato en vigor por dos años generó tantas dudas.