La incertidumbre sobre el futuro de Joan Plaza en el banquillo verde tiene fecha de caducidad: 10 de julio. Si el catalán quiere romper su vinculación con el club de Los Guindos tiene que hacerlo antes de esa fecha, previo pago de una cláusula de indemnización de 300.000 euros. Si no lo hace, deberá cumplir su contrato o si a partir de ese día decide cambiar de aires renegociar su marcha con otras cantidades, presumiblemente mucho más elevadas ya que sería el club el que pondría el precio que quisiera a la libertad de su técnico.

Lo cierto es que a cuatro jornadas para el final de la Liga Regular, el futuro de Joan Plaza en el Unicaja es un misterio. Es evidente que tiene contrato en Málaga y que si ambas partes no mueven ficha no hay debate posible: la próxima campaña seguiría el catalán como «jefe» del banquillo verde.

La cuestión es que hay demasiados indicios que invitan a pensar a un cambio de aires del técnico. Para empezar, su nombre aparece ligado a cada banquillo de equipo importante de Europa que busca entrenador. Dos buenos ejemplos son el Efes y el Barcelona, ambos equipos con Licencia A, algo que Plaza considera importante y que el Unicaja pierde a partir del próximo curso.

El Efes busca técnico después de la destitución de Dusan Ivkovic. Se habla insistentemente en el entorno del club cervecero de Estambul de Georgios Bartzokas -al que también quiere el Maccabi- y de Joan Plaza, que está en la quiniela de aspirantes en una situación de privilegio, según se ha filtrado desde el entorno del propio Efes.

Lo del Barcelona es vox populi desde hace ya varias semanas, algo que se ha acrecentado después de que el equipo culé quedara eliminado de la Euroliga. Xavi Pascual tiene los días contados en el Barça y se le busca sustituto. Se habla de Sarunas Jasikevicius, pero le falta experiencia. Se habla de Sasha Djordjevic, pero no gusta su pasado madridista y aquel feo gesto con Nacho Rodríguez en el propio Palau. Se habla de Sito Alonso, del antes citado Georgios Bartzokas y, por supuesto, de Joan Plaza, que cumple todos los requisitos.

El caso es que el actual entrenador del Unicaja está en la lista culé de futuribles y en el Barcelona ya saben que si es el elegido tienen que cerrar la operación antes del 10 de julio. Si no, el fichaje será mucho más caro.

Las declaraciones ambiguas de Plaza cuando se le ha preguntado últimamente por su futuro o estar al margen de los movimientos de mercado que el club está ya realizando para reforzar la plantilla de cara a la próxima temporada son otras muestras de que puede haber cambios.

Plaza firmó el pasado verano un contrato con el Unicaja por tres campañas, la presente 2015/2016 y dos más, hasta junio de 2018. Eso sí, se pactó una cláusula de escape para este verano de 300.000 euros por si Plaza quería salir del club, toda vez que cuando se firmó la ampliación del contrato el Unicaja ya sabía que la participación de los verdes en la Euroliga era muy complicada, algo que para Plaza es importante.

Plaza tiene firmados en Málaga 1.5 millones de euros para cobrar en el global de las próximas dos campañas, unas cifras que los «grandes» de Europa pueden asumir si es que apuestan por el barcelonés.

El Unicaja espera ahora acontecimientos. Mira de reojo al mercado de entrenadores. Gusta, por ejemplo, Ibon Navarro, del ICL Manresa. Pero de puertas para fuera el mensaje es tajante: Plaza tiene contrato dos años más. Veremos a ver si los cumple.