«No puedo esperar para volver a competir. Hambriento». Es el enigmático mensaje que escribió Edwin Jackson ayer en su cuenta de Twitter. El escolta del Unicaja ha pasado a ser el último en la rotación de exteriores para Joan Plaza. El francés, antes las opciones de salida de las que se hablaron hace ya más de un mes, zanjó cualquier debate en su día. Hubo alguna opción de regresar a casa, al Villeurbanne, pero la desestimó. Sería un paso atrás en su carrera.

Sin embargo, algo ha cambiado. Y es la proximidad del final de temporada y la opción incluso de quedarse fuera de la lista de «doce» del Unicaja para disputar los play off por el título y, con ello, la posibilidad de ser «invisible» y quedarse sin ningún tipo de opción para ser convocado por su seleccionador para acudir a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Tras una turbulenta relación el pasado verano con el seleccionador Collet, que le dejó sin Eurobasket, en los últimos meses hubo un acercamiento. Los Juegos son un aliciente más que interesante para tratar de forzar la situación. Consciente de que en el Unicaja no tiene minutos, Jackson está dispuesto a «mostrarse» en el Villeurbanne de su amigo Tony Parker para volver a estar en la picota y tener opciones de acudir a Río con Francia.