­El Unicaja quiere que cunda entres sus canteranos el ejemplo de Alberto Díaz. El base malagueño, asentado ya en el primer equipo, hizo las maletas hasta en dos ocasiones, para ganar experiencia en clubes de la ACB antes de tener la oportunidad de jugar y tener minutos en el primer equipo. Tras jugar varios meses en Bilbao y luego una temporada completa en Fuenlabrada, el base se ha consolidado. Y en el club quieren que sus canteranos más prometedores también hagan la «mili» lejos de Málaga, en clubes ACB. Es el caso de Morayo Soluade, Romaric Belemene y Kenan Karahodzic.

Los tres han cumplido una etapa en el Clínicas Rincón, este año en la LEB Plata. De hecho, Soluade se marchó cedido a San Sebastián, donde está gozando de pocas oportunidades. La intención es que vuelva a salir fuera, aunque ahí el club deberá hilvanar mucho más fino y acertar con la cesión.

Karahodzic ha vivido una temporada muy irregular y sólo ha rendido en la última parte. El Unicaja desestimó la salida del ala-pívot el pasado verano, cedido a Manresa, un error del que ya ha aprendido. El jugador debe competir con los mejores. Y este verano se le dará la opción de que se vaya cedido.

El que mejor ha aprovechado esta temporada ha sido el alero Romaric Belemene. Ha sido el más fiable del Clínicas Rincón y este verano desea marcharse a Las Vegas, para entrenarse con su hermano. Los tres trabajarán en el campus de verano del Unicaja, a las órdenes de Antonio Herrera, y sus futuros próximos pasan por una cesión a un equipo de la Liga Endesa.