El «Suena para Unicaja» es un clásico de cada verano. El equipo verde suele aparecer en las quinielas como posible destino de muchos jugadores que cada postemporada buscan hueco en el mercado veraniego de fichajes. Nada extraordinario, por otro lado, si lo comparamos con otros clubes importantes en el baloncesto continental.

La «mercancía» se mueve y a los agentes de los jugadores les interesa que sus respectivos representados tengan el máximo números de «novias» posible para tener mayor margen donde elegir y así poder lograr un contrato más suculento. Así está montado este negocio.

La gran novedad de este año es que el movimiento ha comenzado mucho antes de lo habitual. Sobre todo aquí en Málaga. Los rumores sobre idas y venidas -más propios de finales de junio, de julio o de agosto- se han adelantado al mes de abril y mayo, todavía en plena temporada e incluso sin arrancar el play off por el título o sin saber si éste o aquél entrenador van a seguir en el banquillo de turno.

De hecho, más de una docena de jugadores han sido vinculados en las últimas semanas a la futura plantilla del Unicaja 2016/2017. Seguro que han leído en algún medio escrito, digital o han escuchado en alguna radio que el Unicaja está interesado en fichar a: Leo Westermann, Rodrigue Beaubois, Bradley Wanamaker, Quino Colom, Nicolás Laprovittola, Kyle Fogg, Brandon Paul, Adam Waczynski, Johannes Voigtmann, Ondrej Balvin, Miro Bilan, Ognjen Kuzmic o Dejan Musli, por hablar solo de los nombres aparecidos en medios de comunicación y/o páginas web especializadas en baloncesto. Porque si nos vamos a cuentas de Twitter vinculadas al básket, entonces la cifra de aspirantes a jugador del Unicaja 16/17 se puede disparar a 25 ó 30 candidatos sin ningún problema.

Todos ellos es cierto que están en la órbita de la dirección deportiva del club de Los Guindos, aunque es evidente que muy pocos de los jugadores apuntados se vestirán al final de verde el próximo curso. Es obvio que no hay sitio para todos.

El caso es que el Unicaja, una vez terminado el inminente play off, deberá salir al mercado a buscar no menos de 5 ó 6 jugadores. Media plantilla no seguirá el próximo curso, una cuestión que dispara el número de nombres. Es raro, de hecho, el día que no aparece un nuevo candidato en los medios.

Una de las mayores preocupaciones de cara a reforzar la plantilla será acertar en el fichaje de uno o dos bases -el propio Plaza así lo dijo la semana pasada en el programa Zona Verde de 101TV-. De ahí que hayan salido tantos nombres de directores de juego a estas alturas de año: Westermann, Laprovittola, Beaubois, Wanamaker, Colom...

De todos los rumores que han salido a la luz pública, el nombre que más se ha vinculado con el Unicaja 2016/2017 es el del exterior polaco Adam Waczynsky, jugador del Rio Natura Monbus Obradoiro gallego, rival mañana de los verdes en la última jornada de la Liga Regular. Se ha especulado incluso con un acuerdo verbal pendiente de firma entre jugador y club, algo que ninguna de las dos partes ha confirmado por ahora. ¿Escolta? ¿Alero?... Eso, si finalmente llega, será otra historia.

Por dentro se avecinan también varios cambios. Will Thomas acaba contrato, a Fran Vázquez no se le activará la cláusula de ampliación de un año más y Jack Cooley parece tener también las horas contadas por su condición de extracomunitario. Así las cosas, se entiende que tantos jugadores interiores «suenen» para reforzar al Unicaja: Kuzmic, Bilan, Voigtmann, Musli, Balvin... Como en el caso de los bases, imposible también que haya sitio para todos.

Rumores y más rumores. El «Suena para...», no obstante, no es algo propio del Unicaja. Se puede decir que es algo muy habitual en otros clubes «grandes» del Viejo Continente. Un buen ejemplo es el Real Madrid. Las últimas semanas, tras la eliminación europea de los de Pablo Laso en el play off de cuartos de final previo a la Final Four de la Euroliga, ha habido una catarata de nombres que se han relacionado con el equipo merengue: De Colo, Adams, Hunter, Claver, el cajista Fran Vázquez, Randolph... Imposible también encontrar sitio para todos y en este caso también una chequera que aguante semejante pléyade de estrellas.

En Europa, más o menos pasa lo mismo. No hay jugador importante en el baloncesto europeo que en los últimos dos o tres veranos no haya sido relacionado con el Efes turco, uno de los equipos más «ricos» del panorama continental, lo que le hace estar en todas las quinielas cada mercado estival. Pero algo similar pasa con Fenerbahce, CSKA o, sobre todo, el Maccabi israelí , otro de los reyes cada verano del «Suena para el...».