Solo unos minutos después de acabar el partido, cuando el Martín Carpena ya se desalojaba, los jugadores del Unicaja regresaron del vestuario para agradecer el apoyo de su afición y dar una velta al "ruedo" en la que saludaron, se hicieron fotos, firmaron autógrafos y hasta alguno, como Nedovic, regaló su camiseta.