Los vaivenes de Will Thomas, que le ha comunicado al Unicaja que no responderá a su oferta hasta dentro de una semana, va a provocar un brutal cambio de escenario en la composición de la plantilla del equipo malagueño. El club había llegado a su límite, ofreciéndole y mejorando un contrato por dos temporadas y cas 1,2 millones de euros. Pero Thomas quiere esperar. Hay dos clubes ACB que le han pedido tiempo antes de poder formalizarle un ofrecimiento, y otro equipo turco. Thomas desea prorrogar su espera y el Unicaja no puede seguir más tiempo dependiendo de él. El «sí» de Thomas iba a provocar una reacción en cadena que ahora queda en suspense: el fichaje de Kyle Fogg y la renovación de Jamar Smith. Con lo que únicamente faltaba un base (Dontaye Draper es el favorito) y un pívot (continúa la espera por Balvin), más allá del polaco Waczynski. Todo estaba más o menos encajado. Pero Thomas ha hecho saltar en mil pedazos el puzle cajista, que ahora debe comenzar a mover otras piezas.

De hecho, la negativa de Will Thomas a renovar su compromiso en Málaga va a provocar que la planificación en Los Guindos deba echar mano a un «plan b». Lo que implica una total remodelación en la plantilla del Unicaja. Y es que, a día de hoy, el Unicaja sólo cuenta con cuatro jugadores: Alberto Díaz (con el que aún debe llegar a un acuerdo de renovación), Dani Díez, el renovado Nemanja Nedovic y Carlos Suárez. Sólo cuatro jugadores de los 12 que acabaron el pasado curso están atados. Más allá de Viny Okouo, con el que Plaza cuenta como jugador número 13 de la plantilla pero que incluso podría ocupar el 12 dependiendo de los cupos.

El gran problema a día de hoy para el Unicaja es que ni Joan Plaza, que está construyendo el equipo para el próximo curso, tiene su puesto garantizado en Málaga al cien por cien. En el club temen que el FC Barcelona pueda echar el resto por él. Así que éste es el actual panorama de inestabilidad que rodea la planificación del próximo curso 2016/17.

La negativa de Will Thomas ha dilapidado el trabajo que ya se había adelantado. El Unicaja le pasó una oferta por dos temporadas, que le iba a convertir en uno de los jugadores mejor pagados del próximo curso en el plantel verde.

Thomas y su agente, el italiano Mario Scotti, han estirado el «chicle» todo lo posible, y han vuelto a pedir tiempo al Unicaja. Una semana más. Hay dos equipos de la Liga Endesa y otro de Turquía que le han demostrado interés. Pero aún no una oferta concreta.

Thomas quiere Euroliga y más dinero. Así que el Unicaja, salvo que no tenga otra opción mejor, no entra en sus planes. Así que ahora el club debe dar una vuelta de tuerca a su planificación. La catarata va a ser colosal, porque el «plan a» iba ya muy bien encaminado. El Unicaja contaba con Thomas y tenía designadas sus plazas de extracomunitarios a Kyle Fogg y Jamar Smith. Necesitaba así un base comunitario (Draper encabeza la lista) más otro pívot que complementara a Dejan Musli, con el checo Balvin como favorito, a pesar de que quiere jugar en la NBA y que escucha ofertas de otros clubes de Euroliga.

Y ahora todo esto se ha caído como un castillo de naipes. La negativa de Thomas va a obligar a activar el «plan b». El secretario técnico verde, Carlos Jiménez, de cualquier modo, comenzó a pedir informes de ala-pívots hace ya un par de semanas, consciente de que la continuidad de Thomas iba a ser muy compleja.

Ahora, el Unicaja debe estudiar a fondo el mercado y se replantea varios asuntos. El problema es que con Thomas se iba a dar continuidad a un proyecto. Pero sin él, todo pende de un hilo. Hasta el día 30 de junio el club puede activar la continuidad o cortar a Jamar Smith, que ocupa una valiosa plaza de jugador extracomunitario. El acuerdo con Kyle Fogg está muy avanzado también, pero se quiere esperar unos días más, porque en el mercado europeo no abundan los «cuatro» de este perfil. Y quizá haya que usar una de esas dos plazas para el recambio de Thomas. O sea que se va a producir un periodo de 10 días de máxima tensión. Primero, porque el propio Thomas podría recular. Segundo, porque si es un club ACB el que pretende ficharlo, el Unicaja tiene la opción de acudir al derecho de tanteo, igualar la oferta y quedarse con el jugador. O bien pedir una contraprestación. Y tercero, porque el día 30 «pasan» cosas. Finalizan los plazos para renovar a Smith o para cortar a Fran Vázquez. Y también concluyen, oficialmente, los contratos de dos jugadores que no seguirán, como Markovic o Kuzminskas, además de Nelson, Jackson, Hayes o Cooley. Es decir, sólo cuatro jugadores del Unicaja 2015/16 tienen una plaza, a día de hoy, en el equipo de 2016/17.