­El base favorito del Unicaja para reforzar el juego exterior malagueño y convertirse en el timón del equipo sigue en mercado y ha rechazado ya una oferta de un «grande» del baloncesto europeo. El jugador americano Dontaye Draper es el número uno de la lista de candidatos para el puesto de «uno», que tantos problemas ha dado esta temporada. El Unicaja piensa en Draper como un base de primerísimo nivel que sea el «cerebro» del club malagueño y se mantiene a la espera y alerta.

Dontaye Draper, base de 1,80 metros y 31 años, con un valiosísimo pasaporte croata que le hace ser comunitario, sigue de vacaciones. Cuando el Unicaja se puso en contacto con sus agentes -Rade Filipovic y Quique Villalobos- para calibrar la situación del jugador se encontró a un jugador receptivo con la idea de cambiar de aires de Krasnodar, donde esta temporada ha sido el «guardián» de Malcom Delaney en el Lokomotiv Kuban, que se plantó en la Final Four de Berlín.

Draper pidió al Unicaja tiempo y un contrato garantizado por dos temporadas. Cada día que pase es positivo para el club de Los Guindos que, no obstante, es muy prudente con este asunto. Draper es un primerísimo espada, un jugador top, que ha jugado en Real Madrid, Anadolu Efes y Lokomotiv, con contratos que han superado el millón de euros.

Que Draper acepte una oferta del Unicaja se antoja muy complicado. Pero existen contactos. El base ha dado por cerrada su etapa en el Lokomotiv Kuban tras un año en el equipo ruso. Ahora espera ofertas que le seduzcan, y se ha permitido el lujo de decir que no a un ofrecimiento en firme del Panathinaikos griego. El todopoderoso equipo heleno contactó la semana pasada con sus agentes y puso sobre la mesa una oferta en firme por un año. Draper le comunicó a sus agentes que no la aceptaba y que estaba dispuesto a esperar una proposición de otro equipo de Euroliga que le seduzca y por la que se decante.

El mercado acaba de arrancar. Los movimientos de las estrellas darán luego pie al de los jugadores como Draper o el propio Stefan Markovic, que no va a seguir en el Unicaja y que, curiosamente, pertenece a la misma agencia de representación que el estadounidense. Y al Unicaja no le queda más remedio que esperar y aguardar su turno. Este año juega la Eurocup y económicamente no puede competir, ni de largo, con los «grandes» del Viejo Continente.

Así que debe seguir a la espera. Ya sabe, eso sí, que para convencer a Draper va a necesitar poner sobre la mesa mucho dinero y convertir al base en el jugador mejor pagado de la plantilla, además de ofrecerle dos años garantizados.