El Unicaja 2016/17 tendrá cambios importantes respecto al de la pasada temporada. Uno de ellos, que se daba ya por hecho, era la cesión de los canteranos con mayor proyección. Hasta ahora, Morayo Soluade, Romaric Belemene, Kenan Karahodzic, Cris Uta y Viny Okouo han venido trabajando, algunos con más continuidad que otros, en el primer equipo. Joan Plaza ha contado en estas últimas temporadas con una primera plantilla de hasta 13 ó 14 jugadores, más la ayuda de chicos de la cantera, que han estado vinculados al Clínicas Rincón. Entrenamientos con muchos recursos y muchas posibilidades.

Para la próxima temporada, el club ha decidido darle una vuelta de tuerca a su cantera. Ha prescindido del Clínicas en LEB y no continuarán los jugadores sénior a los que no se le vean un rendimiento inmediato. Y a los canteranos con más proyección se les pretende ceder a equipos de ACB, para que salgan de su «zona de confort» y hagan «mili» fuera de Málaga. Como en su día ocurrió con Kuzmic o hace menos con Alberto Díaz. Y que vuelvan con más experiencia y la opción de aportar desde el primer día.

Claro que esta idea acarrea un serio problema al primer equipo. Joan Plaza tendrá el próximo curso a 10 profesionales más Alberto Díaz y Viny Okouo. Y el problema es que en la hoja de ruta diseñada hasta ahora los jugadores de mayor nivel estarán cedidos en equipos ACB. Es decir, Plaza deberá echar mano de los chicos júnior de la Liga EBA para completar el trabajo. Un panorama complicado. Porque la temporada es muy larga, hay muchísimas lesiones y este curso que viene, que la plantilla será más corta que nunca en la «era Plaza», tampoco estarán los Karahodzic, Romaric y compañía.

Plaza lo piensa. De esta forma, Joan Plaza se está replanteando seriamente la idoneidad de quedarse en Málaga con algunos de los chicos. Viny va a formar parte del primer equipo sí o sí, con el rol de quinto pívot, con Jeff Brooks, Carlos Suárez, Trevor Mbakwe y Dejan Musli. Aunque está por ver qué sucede con el tanteo del Valencia y el ala-pívot Will Thomas.

Viny (10/4/97) llegó en edad cadete a Málaga, es cupo de formación y está ya en 2,11 metros. Aterrizó en marzo de 2013 y en el club tienen fe ciega en él. Es el único con su plaza garantizada. Con los demás, a los que se les busca salida en forma de cesión, todavía no se tiene claro sus destinos.

El inglés Morayo Soluade, con tres bases en la plantilla verde, se marchará cedido. Ya se fue a San Sebastián en pleno curso, aunque no tuvo los minutos que necesitaba. Tanto Romaric Belemene como Kenan Karahodzic necesitan minutos para progresar. El alero africano tiene hambre por crecer y en los próximos días se irá a Las Vegas (EEUU) para realizar trabajo de tecnificación. «Roma», que lleva ya más de dos semanas trabajando en el campus del Unicaja, continuará con su formación, aunque puede que Plaza le reclame.

El bosnio con nacionalidad serbia, de 2,09 metros, es el único «cuatro» puro que queda en Málaga. Jeff Brooks es un «tres y medio» que, gracias a su físico y su 2,03 metros, puede actuar en la zona. Y a Carlos Suárez le cuesta un mundo rendir y sentirse útil en esa posición. No sería de extrañar, a expensas de lo que ocurra con el tanteo de Thomas, que se quedara, aunque Plaza no puede tener el rol residual de este curso. Y el quinto es el pívot Cristian Uta, de 2,11 metros, que también será cupo de formación al llegar a España en edad cadete. Uta se estancó este curso pero al final se hizo un sitio en la zona del Clínicas Rincón. Su futuro es increíble y el club deberá decidir qué hacer con él.