Joan Plaza, ahora sí, es el entrenador del Unicaja a todos los efectos. No es que hasta ahora no lo fuese, pero sí es cierto que en el contrato que se mejoró y amplió el pasado verano había una cláusula que permitía al entrenador catalán romper el compromiso con el club de Los Guindos. Esa cláusula tenía una fecha estipulada: 10 de julio. Si antes de esa fecha, Plaza depositaba los 300.000 euros fijados en su buyout, automáticamente dejaba de ser técnico verde.

Plaza no lo ha hecho y el técnico, que está al día de todos los movimientos y que habla continuamente con Los Guindos a pesar de estar de vacaciones, seguirá sí o sí en el equipo malagueño. Si algún club lo quisiera a partir de ahora debería negociar directamente con el Unicaja y aceptar las condiciones que ponga el club malagueño

Este tipo de cláusulas de salida son muy habituales en los contratos profesionales a estos niveles, aunque sí es cierto que las fechas son, habitualmente, anteriores al 10 de julio, para dar margen de maniobra al club en caso de salir. Plaza no ha activado esta opción y el matrimonio con la entidad costasoleña vivirá un cuarto año. Plaza tiene firmado otra temporada más opcional y su contrato expira el 30 de junio de 2017.