El mercado baloncestístico ha mutado este verano. Los «grandes» del baloncesto europeo son los «pequeños» de la NBA. La mejor Liga del mundo, con nuevo límite salarial, llega a Europa y coge lo que le apetece a su antojo. No les importa el precio, la posición en la pista o el arraigo de ese jugador en su equipo o en la ciudad. Les ofrece a las estrellas del baloncesto Euroliga contratos que multiplican por tres o por cuatro lo que ganan en Europa, y a eso le añaden el glamour de participar en la NBA, junto a las «estrellas que se ven por la tele», como confesaba Mindaugas Kuzminskas en una entrevista a este periódico el pasado sábado. Kuzminskas es un buen ejemplo y los hay a decenas durante este alocado verano.

En Málaga, quien más y quien menos, mira de reojo la plantilla del Unicaja y siente verdadero pánico y pavor al ver a Nemanja Nedovic. El escolta serbio ya llamó la atención de los actuales campeones de la NBA, los Warriors. Allí jugó en 2013/14 y al siguiente año pasó a su equipo de la Liga de Desarrollo. Cuando el balcánico se fue a la NBA era un pipiolo y ahora, a sus 25 años, comienza a dominar al otro lado del «Charco». Sus últimos meses en el Unicaja fueron bestiales. «Nedo» llegó a promediar en siete partidos consecutivos de la Fase Regular de la ACB 17,1 puntos, 3,8 asistencias y 16,2 de valoración en 24 minutos de juego. Una auténtica pasada.

El Unicaja, muy ágil de reflejos y rápido a la hora de confeccionar su equipo, obró también con una velocidad pasmosa con su nuevo jugador franquicia. El club anduvo muy listo para sacarle a Nedovic una renovación exprés. Así, justo un día después de la eliminación en los play off de la ACB a manos del Valencia Básket, el club anunció su renovación. El Unicaja amplió el contrato de Nemanja Nedovic dos años más, consciente de que en el último mes varios clubes de Euroliga habían llamado a la puerta de su agente, el poderoso Misko Raznatovic.

El contrato suscrito impide a «Nedo» marcharse ahora a la NBA o a cualquier otro equipo del baloncesto europeo. Es un documento blindado que no está abierto ahora. Es decir, actualmente no existe ninguna cláusula de salida abierta ni opcional. Si un equipo NBA quiere llevárselo en este verano -y no sería raro viendo su gran nivel y el excepcional Preolímpico que ha jugado con Serbia- se encontraría con un no rotundo del Unicaja. Debería negociar, sin ningún tipo de buyout. El club tendría la sartén por el mango. Y, por poner un ejemplo, si el Valencia ha tasado a Víctor Claver en dos millones de euros para el FC Barcelona...

El Unicaja jugó bien sus bazas y ahora ningún equipo NBA ni tampoco un club de Euroliga que se haya quedado sin uno de sus referentes puede venir a Málaga a «robar» a Nedovic. La cosa cambiará el próximo verano. Se abrirá una ventana desde que concluya la Liga hasta una fecha determinada a mediados de julio en la la que el jugador sí podrá marcharse pagando su cláusula de rescisión, estipulada en su nuevo contrato. Pero ahora tiene las puertas cerradas.