­El «caso» Trevor Mbakwe todavía no se ha cerrado. El penúltimo capítulo se escribió ayer después de que el agente del jugador, Ben Pensack, ofreciera al club la posibilidad de que Mbakwe continúe en las filas del Unicaja, con un nuevo contrato. El club debería respetar la ficha del jugador, pero el pívot está dispuesto a «cortar» su contrato o dejar de cobrar si se lesiona y tiene que perderse entrenamientos y partidos. Es la propuesta que ha lanzado el estadounidense, una contraoferta que el club debe estudiar en profundidad, aunque la decisión no varía demasiado y los médicos no creen que pueda aguantar el ritmo de partidos.

Lo cierto es que la preocupación en Los Guindos va en aumento. A comienzos de agosto había fe ciega en este proyecto y un mes y medio después existen las lógicas dudas creadas por el «caso Mbakwe» y las malas sensaciones que ha transmitido el equipo en sus duelos amistosos de pretemporada.

Ahora se trata de resolver la salida de Mbakwe. El chico no quiere irse de Málaga y está convencido de que puede continuar en el equipo. Durante sus más de dos semanas de trabajo con el equipo no se ha perdido ni un entrenamiento y el líquido que le extrajeron en una rodilla fue por un golpe recibido en el Torneo EncestaRías de Villagarcía. Y ahora no entiende los motivos de la drástica solución del club. Está muy integrado en la ciudad, él junto a su mujer y sus dos hijos. De hecho, el mayor incluso ha comenzado a ir al colegio. Es feliz aquí y cree que puede rendir a un buen nivel. De ahí que el jugador haya puesto la contraoferta sobre la mesa. Algo que desde el Unicaja no se acaba de ver con claridad.

De hecho, según supo ayer La Opinión, las negociaciones para tratar de fichar a Hamady N´Diaye están siguiendo su curso. Este periódico, que desde el pasado jueves informó que el senegalés era uno de los candidatos a suplir a Mbakwe, es el elegido, el nombre que quieren sí o sí en Los Guindos. El pívot, de 2,13 metros y 29 años, gusta muchísimo en el club y piensan que es un recambio de garantías. Evidentemente, Mbakwe es Mbakwe, pero sus rodillas no aguantan. Y en el mercado no abundan, a mediados de septiembre, un pívot físico y grande. Y comunitario.

En la NBA hay ahora un puñado de pívots participando en campus para veteranos, pero hasta octubre no se conformarán las plantillas y el Unicaja no puede esperar tanto tiempo. Además, la mayoría son estadounidenses, y el Unicaja tiene las dos plazas de extracomunitarios ya ocupados, con Kyle Fogg y Jamar Smith. La decisión sobre el recambio de Mbakwe está tomada. Y el elegido es N´Diaye.

Su compatriota Boniface Ndong le conoce muy bien, ya que fue durante varias temporadas director técnico de la Federación y ha convivido con él. Su opinión sobre N´Diaye es extraordinaria. Y Joan Plaza confía en «Boni». Así las cosas, el Unicaja continuó ayer tratando de encontrar caminos para llegar hasta él. N´Diaye tiene contrato en vigor con el club filipino Mighty Sports, con el que se encuentra concentrado en Singapur para disputar la Merlion Cup, del 21 al 25 de septiembre. El pívot estuvo cuatro temporadas en la NBA y después aceptó buenas ofertas económicas de China, Líbano o Filipinas. El otro problema, tal y como se explicó también ayer, es que el pívot debe pasar por Dakar para obtener el visado. Y todo esto requiere un plazo de tiempo. Y no le sobra precisamente al Unicaja.

Eso sí, antes el club debe decidir qué hacer con Mbakwe y su contraoferta: continuar en el Unicaja con el mismo contrato y no cobrar o ser «cortado» en caso de lesión. Eso, o negociar la rescisión de su compromiso. Claro que su agente no da su brazo a torcer y quiere que se respete su contrato, ya que, tal y como se explicó ayer, defiende que ya había pasado las pruebas médicas. En el contrato, al parecer, no existen cláusulas posteriores de corte. Y tampoco se debió hacer un trabajo concienzudo para averiguar el estado real de sus rodillas antes de su fichaje.