­ Trevor Mbakwe, jugador «cortado» por el Unicaja, va a demandar al club en los próximos días, ya que no se ha producido ningún acuerdo entre la entidad y el agente del pívot, Ben Pensack. El propio representante del jugador atendió ayer a La Opinión y fue muy claro: «Vamos a demandar al club». Esas fueron sus palabras y ahora al Unicaja le espera un conflicto de importantes dimensiones, ya que cada parte, lógicamente, defiende su postura y sus derechos. Será la FIBA o los tribunales de justicia los que decidan.

El Unicaja decidió cortar a Mbakwe debido a sus problemas físicos. El club mantiene que está en su derecho y que no pasó el control médico. Sin embargo, Pensack asegura que se hizo fuera de tiempo y de los plazos marcados en su contrato. El pívot firmó a principios de julio y pasó el control médico al comienzo de pretemporada. Tras dos semanas de entrenamientos y dos amistosos, el club decidió rescindir unilateralmente el compromiso. Le dio una carta de despido al jugador, que hasta la fecha ha seguido en Málaga, acudiendo a diario al Martín Carpena para trabajar en el gimnasio, y no abandonar así su puesto de trabajo, por orden de su agente. Su familia se marchó hace unos días a Estados Unidos y él se marchará también en breve, una vez que Pensack ha decidido, tal y como explicó ayer a este periódico, llevar al club a los tribunales.

Un problema extradeportivo para el club malagueño, que trabaja desde hace días en la búsqueda de un recambio. Ese hombre va a ser, tal y como informó este diario en su día, el senegalés Hamady N’Diaye. Ahora la entidad debe alcanzar un acuerdo con el pívot, que se encuentra en Singapur, concentrado con su club filipino, el Mighty Sports, y que no llegará a Málaga hasta finales de este mes, cuando arranque la ACB.