La persecución no tuvo final feliz. Jugar ante el Real Madrid, dándole el primer cuarto de ventaja, no suele acabar bien. El Unicaja lo intentó, de manera abnegada, utilizando todos los recursos que tuvo a su alcance. Incluso dio alcance a los blancos (47-48), pero los recursos de este Real Madrid, aún en pretemporada, son infinitos. Así que en esa lucha ante lo imposible, en esa persecución brutal, el Unicaja cayó de nuevo en este Costa del Sol (78-83). Poco que reprocharle a los malagueños que, eso sí, han perdido los cuatro últimos partidos de pretemporada (sólo le ha ganado al Coruña de LEB), y que esta semana, ya con Nedovic a tope (debutó ayer, con 10:24 minutos) y Waczynski, tras terminar con Polonia, debe sentar las bases.

Le tenía mucho miedo a este Costa del Sol, para qué les voy a engañar. Porque lo que sucedió en Archidona hace una semana ante el Gran Canaria, seguía fresco. Pero de aquel Unicaja al que hemos visto en Alhaurín el Grande ante el Fenerbahce y en Torremolinos contra el Real Madrid media un abismo. El equipo se ha asentado, ha comenzado a asimilar conceptos y se le ven hechuras y un brutal margen de mejora. Por fuera y por dentro.

A Fogg, desatado el jueves, se le caen los puntos de las manos. Está por ver cómo encaja en el puesto de «uno». Se le ve más cómodo junto a Alberto Díaz. Hay destellos de Brooks, en los dos lados de la pista, con muy buena mano, y aún buscando su rol, sus tiros. Musli, tímido y cortado ante el Fenerbahce, sacó sus infinitos recursos ante el Madrid. Lafayette (7 asistencias el jueves y 6 anoche) ha tenido minutos de calidad. Es la aportación de los nuevos, aunque de este Costa del Sol me quedo con Viny.

El africano, todo desparpajo, todo bisoñez, se ha pegado con Vesely, con Udoh, con Ayón, con Hunter. Tíos muy hechos. Qué digo, estrellas del baloncesto. Y Okouo no se ha arrugado, ha dado la talla, ha dado un paso al frente brutal a este nivel. Sus 12 puntos y 5 rebotes ante el Real Madrid son una magnífica carta de presentación. Mientras llega Hamady N´Diaye, ya sabemos que el puesto de «5» no está solo. Y que hay mucho material en ese cuerpo para seguir construyendo y puliendo.

El partido fue un querer y no poder del Unicaja, que le dio al Madrid casi el primer cuarto de ventaja. Y eso, ante un coloso de tal magnitud, es imperdonable. Estaba herido el equipo de Pablo Laso tras su amplia derrota ante el Fenerbahce, y su 4-15. Y de ahí, a 6-22. El Unicaja cambió su estilo alocado del jueves y quiso dar orden a sus ataques, darle pausa, circulación y buscar a Musli en la zona. No hubo acierto y el 11-23 del primer cuarto fue justo. Ni Joan Plaza ni sus hombres se desesperaron ni se rindieron. Eso no es negociable. Esperemos que la tónica sea esa este curso. Fogg cambió el tiro de tres por las penetraciones. Musli se aprovechó. Lafayette repartió asistencias y, con un Alberto Díaz muy sólido, el equipo se agarró al partido con uñas y dientes (30-36). Doncic, el niño prodigio (26 de valoración para él), trató de compensar la baja de Llull, y los blancos, con una última canasta de Ayón, pusieron el 37-44 del descanso. Era un mal menor para el Unicaja, que había vuelto al partido e incluso, con una gran salida a pista (10-2 de parcial) se puso a un solo punto: 47-48. Comenzó ahí un trepidante intercambio de golpes, con canastas para los dos bandos y un ilusionante 60-63 al final del parcial. Buenos minutos del Unicaja, con un gran Juanjo García, el temporero que ayuda en los entrenamientos, y puntos para Lafayette y Musli, que hacía mucho daño dentro. El serbio fue, de hecho, el máximo anotador verde, con 15 puntos, a los que añadió 8 rebotes.

El equipo llegó con la gasolina muy justa al tramo decisivo, y ahí el Madrid no falló. Carroll afinó la puntería con dos triples y Ayón puso otra vez una renta imposible de remontar (65-78). Pero no sacó la bandera blanca el Unicaja de Plaza. Los triples de Brooks, las canastas de Viny y un último triple de Lafayette pusieron el 78-81. No perdonó Doncic desde la personal y el partido acabó 78-83. Queda trabajo por hacer, pero el Costa del Sol refuerza al equipo.