Manu Fotu era un jugador de rugby de Tonga que decidió marchar a Inglaterra a probar fortuna. Allí jugó varios años como profesional y conoció a una joven inglesa llamada Jenny. En diciembre de 1993 nació el primero de sus cinco hijos al que llamaron Isaac Mana Mei Langi Finau. Isaac Fotu creció en York hasta que a los siete años su familia se trasladó a Nueva Zelanda.

Al pequeño Isaac le gustaba el rugby, deporte nacional «kiwi», y no lo hacía mal aunque todos los partidos tenía el mismo problema. Debido a su gran tamaño nadie se creía su edad y su padre acudía día tras día con su partida de nacimiento para demostrar que aquel pequeño gigante sólo tenía 12 años. Un año después, con 13, sus amigos empezaron a jugar al baloncesto y decidió probar en un deporte que le parecía divertido y para el que tenía muchas aptitudes.

En sólo cinco años se convertía en el jugador más joven en debutar con su selección, los «Tall Blacks», y un año más tarde se convertía con su selección en campeón del mundo júnior de baloncesto 3x3. Fotu anotaba además la canasta ganadora ante Bulgaria en la final. Había nacido una estrella.

El camino no había sido fácil, en su conversión en jugador de baloncesto había perdido 26 kilos en un año, su madre Jenny recuerda aquellos días diciendo «dejó de comer toda esa comida típica de Tonga y pasó a estar al menos dos veces al día en el gimnasio».

Fotu y su amigo Steven Adams, ahora en España de gira con los Oklahoma City Thunder, miraban a América. Nevada Las Vegas, Utah, Washington y algunos de las mejores programas de baloncesto americanos se interesaron por él, pero finalmente eligió la Universidad de Hawai.

El primer año en el archipiélago de la Polinesia fue difícil. «Algunas noches le llamábamos a través de Skype y poníamos el ordenador en la mesa con nosotros mientras cenábamos, así era como si estuviera con nosotros» recuerda su padre. Por eso toda la familia se conjuró para darle una gran sorpresa: Viajarían en Navidades a Honolulu para estar con él en su cumpleaños y durante las navidades. Hicieron una colecta entre toda la familia para sufragar el viaje del padre (Manu), su hermana pequeña (Ella) y su hermano más joven (Jacob). Su madre y sus otros dos hermanos se quedaron en casa por motivos laborales y escolares. Con la complicidad del entrenador asistente de la universidad (Brandyn Akana) lograron su objetivo. Después de seis meses sin verlos Isaac se llevó la mayor sorpresa y alegría de su vida.

Fotu es uno de los puntales del Tecnyconta Zaragoza -el hasta esta temporada CAI- que mañana a las nueve y media visita el Martín Carpena en el estreno liguero de los de Joan Plaza ante su afición.

Consolidado en la pintura mañana con Norel como compañero, es uno de los mayores peligros del equipo de Andreu Casadevall. Plaza y sus nuevos «Small Ball» deberán confirmar las buenas sensaciones de la primera jornada con una victoria. Un éxito que confirme una manera de jugar rápida y vistosa, basada en el ataque aunque sin pasarse, porque como bien dice nuestro compañero Juan Carlos Bonilla «una cosa es el small ball y otra cosa es que Blancanieves esté sola cuando llegue esta noche a casa». Suerte…