Parece que fue ayer cuando un barbudo Joan Plaza apareció el verano de 2013 en el Martín Carpena como «apaga fuegos» cajista, tras una travesía en el desierto larga y dolorosa con Aíto García Reneses, Chus Mateo y llevada a la máxima expresión el año de Jasmin Repesa, en el que el Unicaja no jugó ni la Copa del Rey ni el play off por el título.

Procedente del Zalgiris lituano, el técnico catalán aterrizó en Málaga para hacerse cargo del banquillo verde, con el que sumará este sábado ya 200 partidos entre todas las competiciones: Liga Endesa, Copa del Rey, Supercopa y Euroliga.

Tras firmar el verano de 2013 un primer contrato, en agosto de 2015 selló un nuevo compromiso con la entidad de Los Guindos hasta junio de 2018. Si técnico y club cumplen este nuevo contrato, Plaza se convertirá en el segundo entrenador más longevo de la historia del Unicaja, por detrás de Javier Imbroda, que estuvo 6 campañas, pero por delante de Sergio Scariolo, que cumplió cuatro completas y parte de una quinta, la que llegó para sustituir a Paco Alonso.

Lo cierto es que la trayectoria de Plaza con el Unicaja ha tenido bastantes altibajos, con dos primeras temporadas en las que el equipo volvió a estar entre los mejores de España, pero con una última campaña, la 2015/2016, en la que el club empeoró todos sus registros del año anterior y se quedó fuera de la Copa del Rey de A Coruña.

Lo que nadie puede dudar es que la llegada al club del preparador catalán hace algo más de tres años significó en aquel momento un antes y un después en el Unicaja. Fuera de los play off por el título las dos temporadas anteriores (la de Repesa y la que compartieron Aíto y Casimiro) y sin Copa del Rey en dos de las tres ediciones anteriores, el Unicaja necesitaba un cambio radical para devolver a su sitio natural al club verde. Plaza lideró ese cambio devolviendo al equipo a la senda de los triunfos y lo recolocó entre los semifinalistas de la Liga Endesa el curso 13/14 y el 14/15, en este último caso se quedó a una canasta incluso de jugar la final liguera en un play off de semifinales ante el Barça que se decidió por 3-2 a favor de los culés.

El barcelonés supo con su trabajo ganarse el cariño y la admiración de la afición cajista hasta el punto de ser el más aplaudido por la grada en cada partido que el equipo jugaba como local en el Martín Carpena.

Todo cambió, sin embargo, a partir del verano de 2015. Técnico y club decidieron remodelar media plantilla. Se prescindió de Ryan Toolson, Kostas Vasileiadis, Vladimir Golubovic, Caleb Green y emigró al Efes Jayson Granger. El cambio de cromos resultó ser un rotundo fracaso, lo que provocó malos resultados deportivos y también muchísimas tensiones entre el técnico y algunos de los dirigentes de Los Guindos, con los que la relación se enfrió sobremanera.

Tras acabar la pasada temporada no parecía claro siquiera que Plaza siguiera sentado en el banquillo cajista. Se especuló con varios equipos que habrían tanteado al entorno del técnico, que tenía una cláusula en su contrato por la que podía dejar el Unicaja, previo pago de una cuantiosa indemnización, antes del 10 de julio pasado.

Finalmente, no hubo fuga. Plaza sigue en Málaga y engordará todavía mucho más sus registros como uno de los entrenadores más importantes en la historia del club. De momento, el sábado, cumplirá la cifra redonda de 200 partidos sentado en el banquillo del Unicaja.

Nacido el 26 de diciembre de 1963 en Barcelona, ha dirigido los 199 partidos que ya lleva en Málaga en cuatro competiciones distintas (Supercopa, Copa del Rey, Euroliga y Liga Endesa) sumando 108 victorias y 91 derrotas, lo que supone un porcentaje de triunfos del 54,27% .

Es ya el cuarto entrenador de la historia del club en número de partidos dirigidos, por detrás de tres mitos del baloncesto nacional y europeo: Sergio Scariolo (301), Javier Imbroda (268) y Bozidar Maljkovic (237).