El Unicaja-Herbalife Gran Canaria de mañana en el Martín Carpena (18.30 horas) huele a partidazo y a máxima tensión por lo mucho que ambos equipos se jugarán en el Palacio de los Deportes, aunque solo sea la cuarta jornada de la Liga Endesa y parezca demasiado pronto para empezar con los agobios.

Pero la realidad es que el objetivo de estar en la próxima Copa del Rey estará mañana muy presente para cajistas y claretianos. Y es que aunque la ACB sigue sin dar oficialidad al nombre de la ciudad que organizará la próxima Copa del Rey de 2017, lo cierto es que todos los pronósticos apuntan a Vitoria como la sede elegida en detrimento de Las Palmas y Málaga, las otras dos candidatas que se habían barajado. O sea, que tanto Unicaja como Herbalife no serán los equipos anfitriones de la cita del K.O del próximo mes de febrero, por lo que ambos equipos deberán ganarse su plaza por méritos deportivos, sumando al menos 8 victorias en la primera vuelta liguera.

Ahí es donde este partido de mañana entre verdes y amarillos cobra una gran importancia. El Unicaja lo encara con un 1-2 en la clasificación. O sea, no puede perder otra vez ante su afición porque un 1-3, teniendo en cuenta el calendario inmediato de los de Joan Plaza (viaje a Tenerife para jugar contra el líder invicto Iberostar y visita a Málaga del Baskonia) complicaría mucho el objetivo de encarar en buena disposición la lucha por amarrar el billete copero.

Peor todavía lo tienen los canarios, que aterrizan en la Costa del Sol con 0-3 en la clasificación. Un nuevo tropiezo les colocaría en una situación crítica (0-4) camino de la próxima Copa del Rey. Hay que recordar que en este Liga impar, solo serán 16 jornadas para cada equipo. Habrá que ganar mínimo la mitad de esos partidos (8) antes del corte y después del de mañana solo quedarán ya 12 jornadas más. Es decir, que si el equipo de Luis Casimiro cae en el Carpena tendría que ganar 8 partidos en 12 jornadas. Un reto dificilísimo.

El duelo entre el Unicaja y el «Granca» es el de dos equipos que participan en la Eurocup recién iniciada y que son aspirantes claros a lograr billete para la próxima Euroliga. Es verdad que ninguno de los dos ha comenzado bien la temporada, pero que las plantillas de ambos están fabricadas para estar muy arriba en la tabla y en Europa, eso es evidente.

Los de Luis Casimiro, tras ganar hace tres semanas la Supercopa, precisamente en Vitoria, no acaban de reencontrarse. Eso sí, llegan a Málaga después de un triunfo incontestable anteayer en la primera jornada de la Eurocup. El Herbalife ganó 101-76 al Cedevita croata de Veljko Mrsic con la buena noticia además de la nominación de MVP de Kyle Kuric, jugador al que hace ahora un año se le detectó un meningioma, un tipo de tumor cerebral.

El escolta de Indiana, que unos meses antes había sido padre de gemelos, necesitó tres operaciones. Una para extirpar el tumor de la parte frontal del cerebro, otra para aliviar la presión arterial y una última para reconstruir la bóveda craneal. La pasada temporada volvió a las canchas -en Málaga no jugó, aunque viajó con el equipo, porque fue el descarte de Aito en aquella ocasión- y mañana seguro que será una de las máximas amenazas de un Herbalife herido, pero no muerto.

El partido tiene un precedente muy cercano y muy doloroso para el Unicaja. El pasado 8 de septiembre fue, sin duda, el peor día de toda la pretemporada. Por la mañana el club anunció en nota de prensa que Trevor Mbakwe dejaba de ser jugador verde por unos problemas físicos. Horas después, por la tarde-noche, el Herbalife pasaba por encima del Unicaja en un amistoso en Archidona que provocó muchas críticas a los de Joan Plaza, superados desde el primer minuto por un rival mejor en todo.

Pero eso es ya pasado. Lo único importante ahora es ganar mañana, equilibrar el número de victorias y derrotas en la clasificación y seguir creciendo como equipo. La Copa no puede esperar.