El Martín Carpena vivirá esta noche (20.45 horas/Andalucía TV) un día especial. El Palacio abre sus puertas para acoger un partido continental, pero no de la Euroliga, como en los 16 años anteriores, ni siquiera de la Copa Korac, como en los 80 y 90 del siglo pasado. Hoy toca partido de Eurocup, esa competición que el Unicaja quiere utilizar como trampolín para regresar más pronto que tarde a la ansiada Euroliga.

Hoy no habrá pegatinas naranjas y negras de Turkish Airlines sobre el parqué del Palacio, tampoco sonará el himno de la competición reina del básket del Viejo Continente antes de que el balón se lance al aire, lo que se mantiene, eso sí, es el horario «Champions» de las nueve menos cuarto y el caché de un rival que sí es claramente de Euroliga, por mucho que este Bayern de Múnich alemán también esté ahora en el destierro de esta especie de segunda división continental del mundo de la canasta.

Y es que un Unicaja-Bayern suena más a Euroliga que a cualquier otra cosa. Porque hoy pasearán palmito por el Carpena Jamar Smith, Dejan Musli, Carlos Suárez..., pero también Sasha Djordjevic, Ondrej Balvin, Devin Booker, Vladimir Lucic, Nihad Dedovic... ¿Es o no es un partido de Euroliga, versión Eurocup?

Nedovic, única baja. El Unicaja afronta esta tercera jornada de la liguilla -aunque para los verdes sea solo el segundo partido- con la baja de Nemanja Nedovic, que sigue sin tener sensibilidad en la pierna lesionada, lo que está alargando sus días de convalecencia. Con el escolta serbio de baja, Plaza es posible que repita la convocatoria de la semana pasada en Podgorica, con Juanjo García ocupando la plaza número 12 en la ficha del partido.

Tras el triunfo de hace siete días en Montenegro, el Unicaja tiene una ocasión de oro para sumar el dos de dos en la clasificación ante, quizás, su rival más directo por el liderato de este grupo. Con permiso de Zenit y de UCAM, la lógica dice que entre cajistas y bávaros estará el campeón final, que no es garantía de nada bueno en la siguiente fase, pero en teoría allanará el camino en el futuro Top 16 al que sea mejor de esta primera liguilla. O sea, que se puede decir que hoy está en juego una victoria de ésas que tienen valor doble. La que sumas tú y la que deja de sumar tu rival en una primera fase, no lo olvidemos, de solo ocho partidos, en la que el margen de error es ínfimo.

El Bayern llega a Málaga con el balance equilibrado (1-1) tras perder en San Petersburgo en su estreno y ganar al UCAM la semana pasada en su cancha alemana. La verdad es que el Bayern es uno de los equipos con una plantilla más larga y equilibrada de toda la competición. El cuadro bávaro, «fabricado» a golpe de talonario, quiere hacerse un hueco en la elite del panorama europeo a imagen y semejanza de su «hermano» futbolero. Tiene una plantilla muy profunda y será esta noche, seguro, un rival durísimo para el Unicaja.

Dentro de los muchos alicientes que presenta esta puesta de largo de la Eurocup en el Carpena, uno será ver el duelo del checo Ondrej Balvin con Musli y el senegalés N’Diaye. El expívot del Baloncesto Sevilla estuvo este verano muy cerquita de fichar por el Unicaja. El club de Los Guindos lo quería como pareja de Musli para el juego interior, una vez se consumó la no renovación de Fran Vázquez. Incluso el Unicaja le hizo una oferta a su agente, pero Balvin estaba en EEUU intentando la aventura NBA y dio largas a través de sus agentes a Carlos Jiménez. Pidió un tiempo determinado para contestar, luego amplió ese margen y, entre tanto, surgió la opción de Trevor Mbakwe. El club verde no lo dudó y fichó al ex del Maccabi, quedando en nada la propuesta anterior ofrecida al checo. Semanas después, tras no concretarse sus deseos de aterrizar en la NBA, Balvin fichó por este Bayern, en el que hasta el momento está teniendo un papel residual en la rotación de Sasha Djordjevic.

Muchos alicientes en el Carpena. La gran pregunta es saber cómo va a responder la «marea verde» ante este estreno continental. Si ya costaba llevar al público al Carpena en la Euroliga, hay dudas razonables sobre el aspecto que presentarán las gradas del Palacio en esta competición, al menos en esta primera fase.

El partido es atractivo, son dos equipos top en el panorama europeo, con buenos jugadores y que prometen espectáculo. Pero, ¿la gente lo valorará? ¿La afición se movilizará? ¿Los siete mil y pico abonados acudirán a su cita intersemanal con el equipo?...

Ojalá haya respuestas positivas a todas esas preguntas y se vea una buena entrada en el fortín verde. El equipo está cada día mejor y se merece el calor de los suyos. «Todo Suma» dice una pancarta que todos los días vemos en el Palacio. Pues eso, que todos debéis/debemos arrimar el hombro para que este destierro de la elite continental dure lo menos posible. Juntos, todo será más fácil. Eso seguro.