­­El Unicaja ha consolidado una más que confortable quinta posición liguera, con las tres últimas victorias ante Bilbao, Barcelona e ICL Manresa, y ha dado un paso en firme hacia la Copa del Rey de Vitoria’17. La historia dice que con ocho victorias te metes en la Copa del Rey en una Liga con 17 equipos. Para garantizarlo haría falta lograr nueve. El Unicaja acumula siete triunfos tras 11 jornadas, con un balance de 7-3, al haber descansado ya. O sea que en los próximos seis choques le basta con sacar un triunfo más, si acaso dos, para hacer realidad el objetivo copero.

Parece obvio que la meta se queda ya algo corta. Debe el Unicaja comenzar a pensar en cuestiones mayores, porque en realidad se le ha puesto a tiro la opción de volver a ser cabeza de serie para el torneo del KO. Algo que le apartaría de Real Madrid o FC Barcelona en el hipotético sorteo de cuartos de final. Suena fantásticamente bien eso de ser cabeza de serie, sobre todo tras el tremendo fiasco que supuso para todos ausentarse de la pasada Copa.

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La quinta plaza actual puede convertirse en cuarta este próximo sábado, ya que el Unicaja (quinto) recibe al Valencia Basket (cuarto). O sea, que el Unicaja daría un golpe de efecto con el triunfo. Llegados a este punto hay que aclarar varias cuestiones. La primera es que los cabezas de serie son los cuatro mejores llegados al corte de la jornada 17. Esos cuatro irán a parar a un bombo y del quinto al octavo, a otro, cuando se produzca el sorteo en Vitoria.

Es decir, que el Unicaja eludiría del cruce de cuartos de final a los mejores equipos: Real Madrid, Barcelona y, ahora mismo, a Iberostar Tenerife. Sucede que los insulares aún no han descansado, están con 8-3, y tanto Valencia como Unicaja y Baskonia les siguen muy de cerca. ¿Podrá aguantar este ritmo hasta la conclusión de la primera vuelta? Veremos...

Otro detalle importante es que el desempate a igualdad de triunfos y derrotas no se extrae por los duelos directos, sino que por el average general. Ahora mismo Valencia y Unicaja empatan con 7-3, pero los taronja van cuartos porque su average (diferencia de puntos anotados y recibidos) es de +78, mientras que la de los cajistas es de +58. Es decir, que si el Unicaja vuelve a ir ganando un partido -como sucedió en Manresa- por 29 puntos es muy recomendable que no se deje ir. Porque la diferencia entre relajarse o mantener la tensión hasta el último minutos puede llevarle al bombo de los mejores equipos o dejarle en el segundo nivel del sorteo copero.

El calendario del Unicaja anima a pensar que es posible. Ya se ha medido al Madrid y al Barça y al Tenerife, los tres primeros. También al sexto (Baskonia) y al séptimo (Bilbao). Es decir, no tendrá rivales de postín, siendo conscientes de que cualquier club en la ACB te forma un lío en tres minutos. Y el Unicaja es muy dado a eso, como sabemos bien.

Tras jugar contra el Valencia, luego el Unicaja tiene dos partidos consecutivos a domicilio. El domingo 19 de diciembre viaja a Madrid para visitar al Estudiantes de Edwin Jackson. Tras el parón navideño, el día 27 juega en Andorra. Es, posiblemente, la cita más complicada de las que restan, porque el día 30 llega el Obradoiro, tras los Reyes toca traslado en bus a Sevilla y la primera vuelta acabará con el Unicaja-UCAM Murcia. ¿Por qué no ser cabeza de serie? Eso sí, la historia dice que el cuarto en la única Liga con 17 equipos necesitó 12 triunfos. O sea, que habría que rozar el pleno para lograrlo...