Will Thomas no fue bienvenido en Málaga. También es cierto que la afición no se ensañó con él como más de uno podía esperar. Se podría decir que el Martín Carpena lo recibió con división de opiniones -quizás algunos más pitos que palmas- en la presentación, para luego mostrarle cierta indiferencia en el transcurso del partido.

La «marea verde» suele ser cariñosa con sus ex la primera vez que regresan a casa. Hemos visto al Palacio rendirse a Dani Romero (CB Granada), Jorge Garbajosa (Real Madrid), Berni Rodríguez (CB Murcia), Carlos Cabezas (CAI Zaragoza), Veljko Mrsic (Cedevita)... Hay excepciones, es verdad, pero las menos.

Thomas se fue el pasado verano dando largas al club de Los Guindos, a pesar de querer convertir al de Baltimore en su jugador franquicia. Algunos ayer no se lo perdonaron y le recibieron con pitos en la presentación. Otros se acordaron más de sus dos buenos años en Málaga y decidieron aplaudirle a pesar de su gris salida final. La mayoría optaron, eso sí, por la indiferencia. Que a veces no se sabe si es buena o mala. Indiferencia, al fin y al cabo.

El ahora al-pívot del Valencia jugó un mal partido en su regreso a la que fue su primera casa en el baloncesto español. Estuvo perdido, sin presencia en ataque y poco contundente en su zona. Solo anotó 2 puntos y fueron con dos tiros libres en la última jugada del partido. Sumó 5 rebotes (lo mejor que hizo ayer), una asistencia y acabó con 7 de valoración. Con él en pista, el Unicaja ganó el partido. Su +/- en los 20.54 que estuvo sobre el parqué fue de -4.