Dicen que la historia está para romperla, para rehacerla. Día a día, partido a partido y Copa a Copa. Con los números, la historia y las estadísticas en la mano, la verdad es que el FC Barcelona es el peor rival posible que le podía tocar en suerte al Unicaja en un cruce de Copa del Rey. No es, por decirlo de una forma suave, el rival más propicio para pasar la primera eliminatoria de la Copa de Vitoria 2017.

El Unicaja no ha sido capaz de ganarle nunca al Barça en un cruce copero. Han sido ya cinco enfrentamientos con cinco derrotas cajistas. Pero la historia está para, al menos, reescribirla. Los dos equipos se han medido en cinco cruces de Copa del Rey. El primero fue en Sevilla´94 y el Unicaja de Pedro Ramírez sufrió un serio revés ante el Barça de Aíto García Reneses: 87-72. Fue en cuartos de final, al igual que en la Copa de Valencia´99. En La Fuente de San Luis, la derrota fue amplia y clara: 87-72.

De nuevo los dos equipos se vieron las caras en Valencia´03, esta vez en semifinales. En la despedida de Bozidar Majkovic del banquillo del Unicaja vimos a un equipo muy sólido, que jugó a un gran nivel, y pudo perfectamente derrotar al equipo culé. Pero no acompañó la suerte y el FC Barcelona ganó por 78-77.

Hubo que esperar hasta Málaga´07 para vivir otro cruce copero. El destino cruzó al Unicaja con el Barça en los cuartos de final de Málaga, y los blaugrana no tuvieron piedad: 62-77. Fue una Copa perfecta para los catalanes, en la que Jordi Trias sorprendió a propios y extraños siendo el MVP y liderando al Barça en la gran final, ante el Real Madrid de... Joan Plaza, ahora técnico cajista. El último precedente copero data de Las Palmas´15, por segunda vez en semifinales. El Unicaja aguantó 35 minutos al Barça, que dio un arreón final para imponerse por 87-79.

Pero, si hay algo claro, es que si alguna vez existió un momento propio para derrotar en partido único al Barça parece, desde luego, esta temporada. Es cierto que de aquí a un mes, este Barça tristón y derrotado puede dar un subidón y callar muchas bocas. Pero desde luego que no parece un rival invencible. Perdió la Supercopa ante el Gran Canaria, «sólo» es cuarto en la Liga Endesa (12 triunfos y cuatro derrotas) y su Euroliga está siendo calamitosa: decimosegundo con 7-10.

El club apostó por apartar a Xavi Pascual del banquillo tras un lustro de grandes resultados y apostar por el griego Bartzokas, tras sus «milagros» con Olympiacos y Lokomotiv Kuban. Emprendió una renovación brutal, especialmente en el puesto de base, con los fichajes de Rice y Koponen. La NBA hizo mucho daño al club, con las marchas de Satoransky y Abrines. Y la temporada ha sido realmente compleja, con un accidente en taxi de Koponen que le dejó un mes y medio en el dique seco. O con la grave lesión de Pau Ribas y los continuos problemas físicos de Navarro. También se fracturó un dedo otro de sus millonarios fichajes, Víctor Claver. Y tampoco se salvó de la enfermería Justin Doellman.

Sin la plantilla completa, Bartzokas no ha podido encajar piezas y tiró de chequera para fichar temporeros (Holmes) o refuerzos para todo el curso (Renfroe y ahora la sorprendente contratación de Vitor Faverani). Ahora se habla en la Ciudad Condal de cortar a Dorsey y fichar un tres americano... Lo que hace el dinero. En esas está el Barça. Muy perdido. Sin rumbo. Ganables ahora. Veremos si dentro de un mes...