El Unicaja trabaja para conseguir toda la documentación necesaria para inscribir en las próximas horas a Tomás Wolkowyski (Olavarría, Argentina, 17/4/2000) como jugador del Unicaja júnior, que juega en la Liga EBA, que estos días prepara el Adidas Next Generation Tournament que se jugará a partir del viernes de la próxima semana en Coín y que entrena Paco Aurioles.

Tomás es un alero de 1.98 metros, júnior de primer año, que lleva ya varias semanas entrenando en Los Guindos y que es hijo del mítico pívot internacional de la mejor selección argentina de todos los tiempos Rubén Wolkowyski, apodado «Colorado».

El Unicaja necesita completar una serie de trámites burocráticos que exigen la Federación Española y la FIBA para poder oficializar su fichaje, además de contar con una autorización de la Euroliga para poder jugar en Coín el torneo que va a reunir a ocho de los mejores equipos de Europa la próxima semana y que tendrá en juego una plaza para la Final Four de Estambul del próximo mes de mayo.

La historia de Tomás Wolkowyski y su relación con Málaga y la Costa del Sol viene a través de la familia de su madre. Los padres de la esposa de Rubén Wolkowyski, a pesar de ser argentinos, como toda la familia, llevan viviendo 25 años entre Torremolinos y Benalmádena. El propio «Colorado» tiene una casa en Calahonda a la que se escapa siempre que tiene ocasión para pasar temporadas vacacionales.

Tomás, que en Argentina jugaba en el Quilmes Mar del Plata, se ha trasladado a vivir con sus abuelos para estudiar en España y seguir jugando al baloncesto. Su padre se puso en contacto con el Unicaja para plantear la posibilidad de que Tomás, que estudia en un instituto de Arroyo de La Miel, pudiera entrenarse en la cantera cajista. Tras varias semanas trabajando en Los Guindos, el club ha decidido arreglar los papeles para que el alero se incorpore al equipo júnior, máximo estandarte de la cantera verde tras la desaparición el pasado verano del Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón de la Liga LEB.

Los que lo ven cada día entrenar hablan de que es un alero alto, con buena mano, que está intentando adaptarse lo antes posible a los conceptos colectivos ofensivos y defensivos que se manejan en el básket europeo y que no había trabajado tanto hasta ahora en su etapa como jugador en Argentina.

Su padre lo definió en su día así: «Tiene buen tiro pero también se mueve bien en el poste bajo. Puede crecer más de altura. Yo el último estirón lo pegué a los 19», dijo entonces el «Colorado», que llegó a los 2.07 de altura y se caracterizó por su tiro exterior jugando en posiciones interiores, un adelantado a los ala-pívots del baloncesto moderno.

Tomás ha sido internacional con Argentina en categorías inferiores, aunque también tiene pasaporte de Polonia, país de ascendencia de su padre, lo que le permite jugar en Europa como comunitario, algo que siempre es un plus a la hora de buscar un equipo a este lado del charco.

En el momento en el que el club tenga todos los papeles en regla del prometedor alero se convertirá en el jugador número 13 de la plantilla entrenada por Paco Aurioles, algo que el técnico cajista deseaba para poder hacer más llevadero el trabajo de cada día con las lesiones o con las ausencias de los chicos por motivos estudiantiles, algo que el club cuida especialmente a estas edades.