El entrenador del Unicaja, Joan Plaza, lamentó la derrota cosechada ante el Herbalife Gran Canaria y achacó el mal resultado a las numerosas pérdidas de su equipo, aunque también celebró, con la boca pequeña, haber mantenido el average ante un rival directo.

«El gran problema han sido las pérdidas. 16 pérdidas en los dos primeros cuartos es invitar al rival a que te gane. Hemos sido capaces de reducirlo pero eso nos ha pesado. Ellos han jugado con nivel de hiperagresividad, pero en cualquier caso esas 21 pérdidas han sido una gran rémora y también por el rebote defensivo, les hemos dado muchas opciones. Pequeños detalles como la calidad de McCalebb o los triples de sus tiradores, bien punteados, han sido claves. No podemos tener 21 pérdidas, es algo que un equipo de este nivel no se puede permitir. Hemos salvado el average, pero es algo que no me estimula principalmente, aunque alguno lo hubiese firmado antes de comenzar la temporada», valoró en rueda de prensa.

Y en cierto modo, indicó que su equipo subestimó al rival. «Salimos pensando que los que pueden ganar partidos son Richard (Hendrix) o Bob (McCalebb), pero luego la gente del banquillo han sido capaces de subir el pistón que el partido demandaba. No hemos sido capaces. Es inadmisible la imagen del segundo cuarto, yo soy el primero que tiene que ponerse el espejo delante, no hay excusas con el árbitro. En la Liga ACB no se puede pensar que el trabajo está hecho», explicó el catalán.

Plaza destacó el potencial del rival. «Nadie niega que Herbalife es un gran equipo. Nosotros no hemos tirado la toalla y hemos entrado en el último minuto con opciones, el desgaste de la primera partes es lo que hemos pagado al final. En estos enfrentamientos siempre hay muchos números para que gane el equipo local. Cuando haces 21 regalos lo normal es que pierdas, y más en Gran Canaria. Herbalife va a estar ahí».

En todo caso, el catalán no se escudó en el cansancio tras haber jugado un partido duro entre semana de la Eurocup. «Tenemos la fortuna ambos equipos de jugar entre semana, nunca lloro por estas cosas, es un privilegio poder jugar en Europa, no me he quejado en toda mi carrera y no lo voy a hacer ahora».

Por último, explicó que este tipo de partidos tan ajustados sirve para que jugadores inexpertos aprendan a jugarlos. «Cuando pierdes echas de menos cosas, pero como no lanzamos campanas cuando ganas tampoco me lamento ahora. No puedo quejarme por lo que no tengo. Estoy contento por el grupo humano que tengo y la experiencia irá dándole a los jugadores la posibilidad de jugar ciertos momentos. Tenemos lo que tenemos, incluso el entrenador con todos sus defectos».