El Martín Carpena será mañana un fortín. Ese jugador «número 6» que tanto añora el Unicaja de un tiempo a esta parte. Es difícil que se llegue al lleno absoluto, pero a tenor del ritmo de venta de entradas en las tiendas del club y por internet, si los abonados no fallan a la cita contra el Bayern (20.45 horas), la entrada en el Palacio es posible que sobrepase la cifra de 10.000 aficionados. El doble justo de los apenas 5.000 de media que han acudido hasta ahora a cada partido continental del equipo verde en esta primera experiencia cajista en la Eurocup.

Anoche, al cierre de esta edición, quedaban en taquilla poco más de 900 localidades a la venta, con todavía dos días de margen para que los últimos rezagados se animen a acudir al Palacio. Si tenemos en cuenta que en el Carpena hay 10.642 asientos, pues es fácil pensar que la entrada rozará o incluso sobrepasará los 10.000 asistentes.

El partido ha despertado una gran expectación por lo mucho que hay en juego. Para el Unicaja es su última oportunidad de seguir vivo en la segunda competición del baloncesto continental. Tras la derrota del martes en Múnich, el play off de cuartos de final al mejor de tres partidos está 1-0 para los bávaros. Es decir, que el Unicaja tiene que ganar mañana para forzar la semana que viene un partido de desempate, que en este caso sería en el Audi Dome de la capital muniquesa.

La «marea verde» se ha movilizado para tratar de que el equipo fuerce ese tercer partido de la serie. Antes de que la eliminatoria arrancara antes de ayer en Alemania, el club ya informó de que se habían vendido más de mil entradas. Una venta que sigue a buen ritmo ahora que se sabe que el segundo partido del cruce es un todo o nada para los de Joan Plaza

La verdad es que la Eurocup no ha calado en Málaga este curso. Ya costaba llevar aficionados al Carpena en los últimos años de Euroliga, por lo que rebajar la calidad de los rivales ha supuesto que el Palacio haya tenido entradas muy pobres cada miércoles que la competición europea ha aterrizado en Málaga.

Los datos son tristes. La mejor entrada de esta temporada en Europa fue ante el UCAM Murcia en la primera fase, con «solo» 5.752 espectadores en las gradas. O sea, poquito más de media entrada. Había cierta esperanza que con el inicio del Top 16 la gente se animara y poblara en mayor número las gradas del Palacio. Pero la segunda fase continental ha sido también un fiasco. La mejor entrada fue el día del Valencia Basket. En un partido en el que estaba en juego el liderato del grupo, con dos de los máximos favoritos al título, lo normal es que el Carpena hubiera rozado el lleno. Pues no. Solo 5.578 espectadores acudieron a ese día a arropar a su equipo. Contra el Alba de Berlín fueron 5.399 y contra el Cedevita de Mrsic, 4.292, bastante menos de media entrada.

Ante el Bayern, que fue, por cierto, el primer rival que jugó esta temporada en Málaga en la Eurocup, la entrada fue de 5.417 espectadores, una cifra que casi se va a duplicar mañana, si se cumplen las previsiones y los abonados no se quedan en casa.

El caso es que en lo que va de temporada el Unicaja ha jugado siete partidos en su pista de Eurocup, con una asistencia media de 5.046 espectadores en las gradas del Palacio. Un dato que demuestra la poca empatía que ha generado la «eurocompetición» entre los aficionados al baloncesto de Málaga.

Mañana, eso sí, será otra historia. El Carpena se resiste al adiós continental y la «marea verde» acudirá en masa para buscar equilibrar la serie contra el Bayern.