Solo nueve horas después de que sonara ayer el bocinazo final en el Martín Carpena, con la buena noticia de la victoria del Unicaja sobre de Divina Seguros Joventut, en la Liga Endesa, la expedición cajista ya estaba montada en un avión en el aeropuerto Pablo Ruiz Picasso para emprender viaje hacia la lejana Krasnodar, donde le espera mañana el Lokomotiv Kuban, en el primer partido del play off de semifinales de la Eurocup.

Si los enlaces aéreos no fallan, estaba previsto que el vuelo cajista atravesara toda Europa durante la pasada madrugada para aterrizar en Moscú a las 06.55 de la mañana (dos horas menos en España). Allí había que esperar cuatro horas más para subirse a otra aeronave que les lleve directamente a Krasnodar, donde la hora prevista para aterrizar es las 13.15 (hora local), once y cuarto de la mañana en Málaga.

En total, doce horas de viaje que hoy deberán recuperar rápido los jugadores para estar mañana lo más frescos posibles a las 18 horas, cuando oficialmente la semifinal de la Eurocup esté ya en marcha en el «Basket Hall» de Krasnodar.

Ayer, tras el partido contra la «Penya», Plaza decidió hacer una sesión de vídeo rápida con sus chicos, antes de dejarles marchar a casa a comer, descansar un poquito, hacer la maleta y «tirar» para el aeropuerto. Una auténtica paliza física, en la que al menos se libraron de una sesión de entrenamiento vespertina que estaba prevista y a la que el técnico catalán renunció finalmente -hoy sí trabajará el equipo, en la pista del Lokomotiv Kuban-. «Tendremos un entrenamiento nada más llegar. La base que tenemos es la que nos permite jugar ante cualquiera en tan poco tiempo», aseguró ayer Plaza en la rueda de prensa posterior al partido.

El Unicaja jugará en esta localidad rusa cercana al Mar Negro, por segunda vez en su historia. Krasnodar está nada menos que a 3.722 kilómetros de Málaga, el tercer desplazamiento más largo de la historia continental del equipo de Los Guindos, contando Euroliga, Copa Korac y esta recién estrenada Eurocup.

Y es que después de más de 20 temporadas jugando competición internacional, después de tener al otro lado de la pista a más de 60 rivales diferentes y después de haber visitado 17 países distintos, al Unicaja le toca esta semana uno de sus partidos oficiales más lejos de Málaga y de su Martín Carpena.

El viaje más largo que ha efectuado el Unicaja en toda su trayectoria continental fue hace ahora dos años a otra localidad rusa, Nizhni Novgorod, en choque correspondiente al Top 16 de la máxima competición continental. En ese caso fueron 4.178 los kilómetros, la distancia que hay entre esta ciudad rusa y la de la Costa del Sol.

Dejando a un lado estos viajes a la extinta Unión Soviética, el duelo más lejano que ha jugado hasta ahora el equipo es en Holon (Israel), ante el Hapoel, en Copa Korac. En aquella ocasión, el Unicaja tuvo que hacer 3.615 kilómetros para llegar a esta ciudad israelí.

Ahora, el Unicaja viaja de punta a punta de Europa y con la obligación de hacer escala en Moscú, por lo que el desplazamiento total, ida y vuelta, será de 9.946 kilómetros entre Málaga-Moscú-Krasnodar-Moscú-Málaga.

El equipo se prepara para una gran batalla a orillas del Mar Negro. Allí le espera un Lokomotiv que poco se le parece, eso sí, al que hace ahora un año midió fuerzas con los verdes en el Top 16 de la máxima competición continental, con doble derrota cajista en Rusia y en el Carpena.

Ni Malcolm Delaney ni Dontaye Draper ni Víctor Claver ni Chris Singleton ni Anthony Randolph... ni tampoco Georgios Bartzokas es el que «manda» ya en su banquillo. Los ahora dirigidos por Sasha Obradovic tienen un equipo muy renovado, que mete menos miedo que el de hace doce meses, pero que espera descansado en su guarida, tras aplazar sus últimos partidos de su Liga (VTB) para dedicarse en cuerpo y alma a estas eliminatorias de la Eurocup.

El equipo, tras jugar mañana, tampoco tendrá tiempo para descansar. Del Sport Hall se irá al hotel a cenar y de ahí, sin tiempo para acostarse, al aeropuerto de Krasnodar para iniciar el viaje de vuelta a casa. A las 3.35 horas saldrá su primer vuelo, camino de Moscú. Después de algo más de dos horas en la capital rusa, la expedición verde enlazará con un vuelo directo a Málaga, para aterrizar en la capital de la Costa del Sol el miércoles al filo del mediodía. Solo escribirlo y contarlo ya cansa...