El Martín Carpena se prepara para vivir un día para la historia. El resultado final del Unicaja-Lokomotiv de mañana es una incógnita, pero que se va a vivir una fiesta en las gradas de dimensiones estelares, eso ya es seguro. Ese jugador «número 6» que tanto añoran el equipo y la directiva de un tiempo a esta parte estará presente en las gradas para ayudar al equipo a lograr el billete para la finalíaima de la Eurocup.

El lleno está garantizado. Anoche, al cierre de esta edición, quedaban en taquilla solo unas pocas entradas de Palco VIP y de Sillas VIP para colgar el cartel de «No Hay billetes». Si tenemos en cuenta que en esta ocasión los abonados también pagan, es casi seguro que no habrá ni un hueco en las gradas, mañana, desde las 20.45 horas.

El partido ha despertado una gran expectación. Hace ya 10 años de aquel play off de cuartos de final de la Euroliga contra el Barça, que ganó el Unicaja 2-1, en el tercer partido de la serie, con un triple de Pepe Sánchez que clasificó al equipo para la Final Four de Atenas. Desde entonces no se ha vivido en Málaga un partido continental de tanta trascendencia como el que mañana jugarán los verdes, ante el «Loko», con el premio gordo de un puesto en la final de la Eurocup, en caso de triunfo cajista.

La «marea verde» se ha movilizado para que el equipo aproveche la ocasión. Aunque el ritmo de venta de localidades era bueno ya desde que el Unicaja eliminó la semana pasada al Bayern de Múnich en cuartos de final, fue la noche del martes, tras el triunfo cajista en Krasnodar, cuando se produjo un acelerón en la venta de tickets. De hecho, en las dos horas posteriores a la finalización del partido en el Sports Hall de la localidad rusa, entre las 20 y las 22 horas del martes, se vendieron más de 300 entradas y esa misma medianoche solo quedaban en taquilla poco más de 200, que a lo largo de ayer se agotaron.

Primero fue la zona de Canasta Central, después la de Esquina Superior y en las horas posteriores fueron vendiéndose el resto de localidades hasta el lleno casi total, a expensas de esas localidades VIP, las más caras del Palacio (90 euros).

La verdad es que la Eurocup ha pasado de ser casi repudiada por muchos aficionados a ser ahora el centro de atención de todo el «unicajismo». La rebaja de la calidad de los rivales -respecto a los 15 años seguidos que el club ha jugado la Euroliga- ha supuesto que el Palacio haya tenido entradas muy pobres cada miércoles que la competición europea aterrizaba en Málaga, tanto en la primera fase como en el Top 16.

Los datos son tétricos. Sin contar los 8.464 aficionados que acudieron al partido de cuartos de final contra el Bayern, hace un par de viernes, la mejor entrada de esta temporada en Europa fue ante el UCAM Murcia en la primera fase, con «solo» 5.752 espectadores. O sea, poquito más de media entrada. Había cierta esperanza que con el inicio del Top 16 la gente se animara y poblara en mayor número las gradas del Palacio. Pero la segunda fase continental fue también un fiasco. La mejor entrada fue el día del Valencia Basket. En un partido en el que estaba en juego el liderato del grupo, con dos de los máximos favoritos al título -a lo mejor los que juegan la finalísima dentro de un par de semanas-, lo normal es que el Carpena hubiera rozado el lleno. Pero no. Solo 5.578 espectadores acudieron a ese día a arropar a su equipo. Contra el Alba de Berlín fueron 5.399 y contra el Cedevita de Mrsic, 4.292.

Los aficionados, desde que acabó el partido del martes en Krasnodar, han utilizado las redes sociales para lanzar mensajes de apoyo a sus jugadores y también para idear algunas iniciativas como la de acudir mañana a las 19 horas a la zona de las pistas de pádel del Palacio, por la que entran los jugadores al Carpena, para animar al equipo en los instantes previos al choque contra el Lokomotiv.

El club también ha lanzado una iniciativa con el lema #ConBarbayAxElLoko, en referencia al cambio de look del entrenador cajista y con un juego de palabras con el Lokomotiv Kuban. En la página web del club, además, hay un PDF con un símil de la barba del entrenador para descargarla y llevarla el viernes al partido a modo de postizo.