La presencia de Dejan Musli en la final de la Eurocup es una incógnita. Ocho días después de que el martes de la semana pasada el jugador serbio se lesionara en el tobillo, en el primer partido del play off de semifinales jugado ante el Lokomotiv Kuban en Krasnodar, los médicos esperan todavía que la inflamación de la zona lesionada baje para poder evaluar cuándo podrá volver a vestirse de corto para ayudar al equipo.

Musli sufre un esguince de tobillo de grado 2 que no ha tenido una evolución demasiado buena hasta la fecha, aunque los médicos tampoco lo descartan todavía de cara a la final continental, para la que todavía resta casi una semana, ya que arrancará el próximo martes en Valencia o en Jerusalén, dependiendo de quién gane esta noche (20.30 horas) en La Fonteta el partido de desempate de la otra semifinal.

La idea es aguantar hasta el fin de semana, ver cómo está el viernes el tobillo del balcánico y entonces decidir qué hacer y actuar en consecuencia: apostar por un tratamiento recuperador acelerado o darle descanso y optar por un tratamiento más conservador.

La duda es, principalmente, por la importancia de lo que está en juego. Los médicos tienen claro que si lo del martes de la semana que viene fuera simplemente un partido más, Musli no jugaría bajo ningún concepto. La cuestión es que es toda una final continental, que hay mucho en juego y la presencia del center serbio parece vital para que el Unicaja tenga más opciones de ser campeón de Europa.

El jugador, como es evidente, quiere jugar. Es una cita importante. Pero también ha demostrado Joan Plaza desde que aterrizó en el banquillo verde hace ya cuatro veranos que él no arriesga con la salud de sus jugadores. Por mucho que lo de la semana que viene sea una gran final continental, si Plaza no lo ve claro, seguro que será el primer en frenar las ansias de jugar del balcánico.

Tampoco hay que perder de vista que estamos ante una final en formato de play off al mejor de tres partidos. O sea, que lo del martes que viene en Valencia o Jesuralén no será tampoco decisivo. Habrá seguro un segundo partido el viernes siguiente en el Martín Carpena y no hay que descartar una tercera cita en cancha enemiga el miércoles 5 de abril. Ahí los márgenes son mucho mayores y no hay que descartar que Musli no llegue para la primera «batalla» del martes, pero sí esté, sin embargo, para el resto de la finalísima.

El club cajista, por ahora, no quiere hablar de plazos de recuperación. Informó en su momento del diagnóstico de su lesión, tras regresar de Krasnodar y ser evaluado por los doctores verdes, pero ha evitado hablar de tiempo de baja por la dificultad de calcularlo en función de la evolución que ha tenido estos primeros siete días.

Vuelta al trabajo

Mientras, el equipo regresa hoy a los entrenamientos tras dos jornadas de descanso, lunes y martes, después de la derrota liguera del domingo pasado en el Carpena ante el Movistar Estudiantes de Edwin Jackson.

Salvo la ausencia del citado Dejan Musli, está previsto que el resto de la plantilla verde se ejercite hoy en el Martín Carpena para comenzar a preparar el duelo de la Liga Endesa del próximo sábado en La Fonteta ante el Valencia Basket, un partido que podría ser el primero de tres seguidos contra el equipo taronja si es que los valencianos ganan al Hapoel y se meten en la final de la Eurocup.

Para este partido del fin de semana sí es segura la baja de Musli, que otra vez deberá ser solucionada por Alen Omic, como primera opción, con la alternativa en la rotación del canterano Viny Okouo y con la tercera vía también de Carlos Suárez, habitual «apagafuegos» del juego interior, cuando ha habido algún problema en la pintura durante esta temporada.