La lesión de Dejan Musli ha supuesto un serio varapalo para el Unicaja. El pívot es, en esta plantilla, el único jugador sin un recambio natural de garantías. Los otros hombres altos del equipo son muy diferentes al serbio. Nadie tiene su talento para pasar la pelota, jugar de espaldas al aro y leer el juego. Y su esguince de tobillo en Krasnodar fue un palo.

Musli se ha perdido ya dos partidos más la segunda parte del choque europeo en Rusia y Joan Plaza, tras el encuentro ante el Movistar Estudiantes, dejó claro que cualquier ayuda que pudiera recibir el equipo sería bien recibida. «Cuanta más rotación tengas es mejor, eso lo marcará el club. Si desde arriba me dicen que existe tal oportunidad y tal… Estamos los que somos, incluso entrenando sería bueno alguien. Porque no hay segundo equipo este año y no es plan de traer a un chico del colegio. Es lo que hay. No es una queja, no es tono de queja», dijo.

Lo cierto es que el Unicaja no ha hecho oídos sordos a la petición del entrenador catalán y ha preguntado por varios jugadores. A las oficinas de Los Guindos han llegado estos últimos días varias opciones. Carlos Jiménez, el secretario técnico de la entidad, ha barajado varios nombres propios. Según ha podido saber La Opinión de Málaga, hay dos pívots de buen nivel, que juegan ahora en Turquía y en Rusia, y que tienen problemas de impagos en sus actuales clubes. El Unicaja los ha analizado y ha echado cuentas, pero no encajan.

El principal hándicap es que estos dos pívots pedían un contrato garantizado hasta final de curso, y el Unicaja sólo buscaba un «parche» de un mes, que pudiera ayudar. Y es que el jugador que hubiese venido de forma temporal no podría jugar la final de la Eurocup, ya que los plazos están cerrados en la competición, y sólo podría ser inscrito para la Liga Endesa.

Analizados pros y contras, con esos nombres de jugadores sobre la mesa y vista la lesión de Musli, la decisión en la planta noble de Los Guindos es esperar al center serbio.

No habrá, de esta forma, un fichaje de un temporero. Salvo, claro está, recaída de Musli o la aparición de uno de esos «mirlos blancos» que no suelen presentarse de repente.

De hecho, ayer mismo el entrenador del Valencia Basket, Pedro Martínez, dijo en la presentación de su nuevo pívot, el americano Mike Tobey, que sustituye al lesionado Kravtsov: «No fichamos a quien queremos sino a quien podemos. Hemos hecho muy bien trayéndolo para que nos ayude y ya se verá lo que puede hacer, aunque es difícil que pueda ayudar mucho. No podíamos quedarnos parados, pero esperar que nos vaya a dejar con la boca abierta por su aportación es algo que no va a pasar». Son palabras de Martínez. Así está el mercado ahora.