En Valencia alguien ha trabajado con más rapidez y agudeza. Y, justo tras acabar el tercer partido de su semifinal frente al Hapoel Jerusalén, se anunciaba que su próximo encuentro de Liga Endesa, en Bilbao, se aplazaba. El encuentro, que se debía jugar el próximo 2 de abril, se aplaza al día 12, en la ciudad vasca. Es decir, que el Valencia movió sus hilos y pactó con Bilbao el cambio de partido. O, lo que es lo mismo, si fuera necesario un tercer choque de la gran final de la Eurocup, el Valencia llegaría totalmente descansado, ya que no jugará ese fin de semana.

El Unicaja está en la gran final desde el pasado viernes, cinco días antes que el equipo levantino, pero su partido de ese fin de semana, en el Martín Carpena ante el Manresa, parece inamovible. El club no ha ido por delante de los acontecimientos en este sentido y Manresa tampoco tiene muchas ganas de cambiar un partido para el que ya tiene los billetes de avión sacados y que le vendría de perlas, con el Unicaja en plena batalla por la Eurocup.

La pregunta es: ¿Va a permitir la ACB que dos equipos «hermanos» no jueguen la final en igualdad de condiciones? Ya se están produciendo movimientos a todas las esferas, porque el Unicaja quiere jugar en igualdad de condiciones esa final. Y, por ahora, el Valencia le saca ventaja. Un partido de ventaja, ante el Bilbao.