El Unicaja debe comenzar a tomar decisiones cara a la próxima temporada. Y debe hacerlo cuanto antes. La idea dentro del club es dar la mayor continuidad posible a la plantilla, dotarla de estabilidad y tratar de que continúe la mayor cantidad posible de jugadores. Una de las opciones que crea algo de incertidumbre en Los Guindos es la situación de Dani Díez. Se confía en él y se está convencido de que la apuesta que se hizo por el alero madrileño fue adecuada. El jugador acaba de cumplir 24 años, está muy integrado en Málaga y en el club y, lo más importante, su crecimiento en estos últimos meses está siendo importante. Es un valor de futuro, está en la órbita de la selección y ya se ha hecho una inversión en él a la que convendría dar continuidad. Pero hay un problema. E importante.

Dani firmó un contrato hace dos veranos por dos temporadas más una tercera opcional con el club. Así que si el Unicaja quiere puede prorrogar su compromiso un tercer año. Y esa es la decisión que debe meditar profundamente el club. La cuestión es que la ficha de Díez, que en estos dos primeros años ha sido modesta, da un subidón importante, que le pone en un nivel salarial al que el Unicaja no quiere hacer frente. Son cifras que están fuera de mercado, pero que están firmadas.

¿Qué hacer? Esa es la duda. Porque Díez, además de un valiosísimo cupo, es el único alero alto en la plantilla verde. Es un puesto que comienza a ser, cada vez más, para especialistas. Y el Unicaja es muy consciente de que en la próxima temporada, con la Euroliga de por medio, va a tener que contar con este tipo de jugadores. También ha quedado palpable que, en los momentos duros, el núcleo de españoles siempre ha dado la cara. Es muy cierto que fiscalmente es mucho más costoso para la entidad pagar a un nacional que a un foráneo, pero a la hora de la verdad, en el último cuarto en la final de Valencia fueron Alberto, Dani y Suárez los que dieron la cara.

El Unicaja debe manejar bien la situación, porque no puede asumir su ficha del próximo curso, pero sí que puede estudiar otras opciones. Hay que ser imaginativo, y más a partir de ahora, en el que habrá que competir con los «tiburones» de la Euroliga.

Una alternativa que se estudia en Los Guindos es proponerle a Díez un nuevo contrato, con dos o más temporadas, subiendo la ficha que ha cobrado este curso, pero sin llegar a lo que tiene firmado para el año que viene. Sería un buen movimiento de futuro, porque no hay que olvidar que el madrileño acaba de cumplir los 24 años y es un valor al alza.

Su posición, además, de alero alto, es un puesto de «alto riesgo» para un entrenador como Joan Plaza, que prefiere jugar con más pequeños. Ha dejado varias muestras de ello. Mindaugas Kuzminskas ha jugado tanto en los Knicks de la NBA como en el Unicaja el pasado curso. Y Carlos Suárez pasó a actuar de «cuatro». Pero Dani está cumpliendo ahora.

Debe, en cualquier caso, comenzar a «mover» el asunto Carlos Jiménez y el club. No se trata de un movimiento costoso en lo económico, y asegura estabilidad y un cupo de formación de calidad. Algo muy preciado, ya que escasean los nacionales de ese nivel. Parece claro que con las actuales condiciones de su contrato su renovación es, cuanto menos, muy complicada. Así que el club deberá mover ficha en uno u otro sentido. O no, y esperar a que concluya su vinculación el 30 de junio y buscar otro jugador. Se trata de avanzar en la planificación.